El ex máximo jefe de la PDI, llegó ante la justicia para ser formalizado por supuestos delitos de violación de secreto general en causas relacionadas al lavado de activos, tras el peritaje al celular del abogado Luis Hermosilla durante el caso audio. Su arribo se dio en medio del caos con periodistas, camarógrafos y escoltas, que pueden acompañarlo a perpetuidad, según un Decreto de 1988.

Un hecho paradójico se dio hoy en la explanada del Centro de Justicia de Santiago, en la región Metropolitana cuando el renunciado director general de la Policía De Investigaciones, Sergio Muñoz, llegó con escoltas, aparentemente detectives de la entidad, para ser formalizado, a pesar de ya no ser parte de la institución.

La llegada, eso sí, también estuvo empañada por un cuestionado actuar de los “guardias” que custodiaban al ex jefe máximo de la PDI, quienes golpearon y empujaron a periodistas y camarógrafos, según denuncian distintos medios nacionales.

¿Por qué el ex director de la PDI tienen escoltas de la misma institución?

La razón por la cual Sergio Muñoz, renunciado exdirector de la PDI, acusado de delitos de violación de secreto general en causas relacionadas al lavado de activos (tras el peritaje al abogado Luis Hermosilla durante el caso audio), aún cuenta con escoltas, que serían miembros de la misma policía civil, tiene que ver con un reservado decreto que data de 1998.

Según información exclusiva de Radio Bío Bío, el documento fue emanado durante el mandato del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, desde la extinta Subsecretaría de Guerra, que pertenecía al Ministerio de Defensa.

El Decreto reservado, con toma de razón el 14 de enero de 1990, según consta, autoriza a que todos los ex directores, tanto de Carabineros como también de la Policía de Investigaciones, hasta sus últimos días de vida, tengan escolta permanente.

El documento, en otras palabras, autoriza a quien ahora es imputado como delincuente a tener seguridad durante todo el resto de su vida y si quedara con alguna medida cautelar luego de su formalización, siempre va a estar resguardado. Y probablemente, si entra a la cárcel, los escoltas tendrán que esperarlo en la puerta de la cárcel.

Lo mismo ocurre para los generales y directores.

Revisa aquí el Decreto: