No, las fotografías compartidas en varios mensajes de redes sociales no corresponden a aviones dedicados a fumigar, cambiar el clima y provocar sequías, ni prueban la existencia de los conocidos como “Chemtrails”.
Así lo indica EFE, quienes afirman que se tratarían de aviones en prueba: con barriles que se llenan de agua para reproducir condiciones de peso y estabilidad en las aeronaves, la extinción de incendios o para controlar vertidos de crudo en el mar.
Y es que, en los últimos años, se ha empezado a masificar la teoría de los Chemtrails en las redes sociales, y con ello ha aumentado la incertidumbre sobre si esto se trata de una manipulación climática o si se trata de una simple conspiración.
Por ejemplo, algunas fotografías muestran el interior de aviones que, en lugar de tener asientos, están cargados con una especie de barriles o depósitos conectados por tubos. Y en otras, se puede apreciar algunos militares colocando una estructura con tubos en una aeronave.
No son aviones utilizados para cambiar el clima
De acuerdo a EFE, las fotografías no son de aviones utilizados para provocar cambios en el clima. Se trata de diferentes aeronaves, unas en período de pruebas, otras dedicas a la extensión de incendios y las últimas a dispersar petróleo de derrames en el mar.
De hecho, indican que en varias búsquedas inversas en Google se pueden localizar las diferentes fotografías compartidas en los mensajes. Una de ellas nos lleva a la edición en internet de 20minutos que da cuenta de la llegada del avión A-380, de la compañía Airbus a Sevilla (mayo de 2007).
Por otro lado, los resultados nos llevan a diversas páginas en internet, como la de Metabunk y USAToday, que aportan pruebas para desmentir la existencia de los “Chemtrails”. O blogs, como el de Contrails aren’t Chemtrails dedicados exclusivamente a refutar con datos y argumentos sólidos el falso fenómeno de estas estelas presuntamente tóxicas.
Una simple búsqueda en Google permite confirmar que dos de las fotografías corresponden a vuelos de pruebas de un Boeing 777 y de un Airbus A-380. En ambas se observan los depósitos, similares a barriles de cerveza, que contienen agua para simular la carga de pasajeros u otras mercancías en las pruebas de vuelo.
Así se explica en estos vídeos de los canales de Airbus y de https://www.youtube.com/watch?v=uHAf7HzMG8g&ab_channel=Boeing en la plataforma de Youtube. Los investigadores utilizan estos tanques tanto para reproducir de manera controlada diferentes cantidades de peso, como para simular distintas configuraciones del centro de gravedad.
Estos tanques no están llenos de químicos
Otra de las fotografías utilizadas muestra unos voluminosos tanques en el interior de un avión. Otra búsqueda inversa en Google muestra un artículo de Wildfiretoday, una web de Información sobre incendios forestales y el personal y equipamiento utilizado para luchar contra el fuego.
En ella se encuentra una entrada sobre el avión Boeing 747 preparado por la compañía aeronáutica estadounidense Evergreen para operaciones de extinción de incendios. Se trata de una adaptación de la aeronave de Boeing capaz de almacenar 20.000 galones de agua (75.708 litros) y al que llaman Supertanker.
Otra de las fotografías conduce a un reportaje sobre el avión DC-4 “Oil Bomber” aparecido en el medio estadounidense Southeast Missourian. Se trata de un avión de carga que contiene cuatro grandes tanques con capacidad para tres mil galones de líquido cada uno, que son presurizados por las dos bombas de aire que se pueden ver en el primer plano de la fotografía.
La aeronave es capaz de pulverizar un líquido dispersante de petróleo que se utiliza para las operaciones de lucha contra los derrames de crudo en el mar. Su capacidad para volar bajo, a unos 70 nudos (aproximadamente 130 kilómetros por hora), los hace especialmente adecuados para este cometido.
“Chemtrails”: una teoría conspiratoria de larga duración
La supuesta existencia de los estas estelas químicas alimenta una de las teorías conspiratorias más extendidas en las redes sociales. En EFE Verifica se ha desmentido en varias ocasiones su existencia, así como los efectos adversos que, según los autores de los mensajes, provocan.
Considerados por muchos la prueba visible de una fumigación sistemática para provocar sequía y cambiar el clima, los chemtrails en realidad no son más que la condensación del vapor de agua contenido en las emisiones de los motores de los aviones, como se explica en esta entrada de la página de la Agencia Española de Metereología (AEMET).
A diferencia de los creyentes en los chemtrails, la ciencia utiliza el término “contrails” (acrónimo en inglés de estelas de condensación), que al contrario que chemtrail es un fenómeno natural que no implica la presencia de gases tóxicos o químicos utilizados de manera sistemática para provocar cambios climáticos.
Las razones por las que actualmente las estelas blancas son más abundantes y visibles es el desarrollo de la aviación que permite a los aviones modernos alcanzar mayores altitudes, donde la temperatura es suficientemente baja para producir el fenómeno.