Se trata de una de las causas de muerte más comunes en niños, y que aumentan en periodo estival.
Según cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ahogamiento o asfixia por sumersión (o inmersión) fue la tercera causa de muerte en el planeta, donde los más afectados son niños entre 1 y 4 años.
Pero, ¿existe alguna diferencia entre los dos tipos de asfixia y qué hacer en caso de que tu hijo, familiar o cualquier persona se encuentre en esta situación?
Qué es la asfixia por sumersión
De acuerdo a lo explicado por Ximena Verdugo, pediatra de la Unidad de Pacientes Críticos Pediátricos de Clínica Bupa Santiago, la primera causa de muerte en niños entre 1 y 4 años en Chile, es la asfixia por sumersión.
“En nuestro país se producen alrededor de 340 ahogamientos al año, de los que un 15% son niños menores de 15 años y un 80% son varones”, agrega la especialista.
La asfixia por sumersión se define como una insuficiencia respiratoria producida por inmersión en un medio acuoso, lo suficientemente serio como para requerir maniobras de soporte vital en el lugar y transporte a un servicio de emergencias médicas.
La cantidad de agua requerida para ahogarse son 5 centímetros de altura. “Bastan 30 segundos bajo el agua y 3 minutos sin recibir maniobras para provocar graves secuelas neurológicas y, en los casos más graves, la muerte”, explica Verdugo.
¿Existe alguna diferencia con el ahogamiento por inmersión?
En ese sentido, existen algunas dudas respecto a si existe alguna diferencia entre la asfixia por sumersión e inmersión.
Si bien, se detalla que en el primer caso todo el cuerpo se encuentra bajo el agua al momento de la asfixia, el segundo, solo la cara o las vías respiratorias están sumergidas en el líquido.
Para la Real Academia de la Lengua Española (RAE), de manera coloquial no existe diferencia alguna.
¿Qué hacer en caso de asfixia por ahogamiento?
Lo primero que hay que hacer
Mantener la tranquilidad y pedir ayuda profesional
Sacar al niño (o persona) del agua.
Ponerlo en superficie plana y dura, sin quitar la ropa mojada: la temperatura baja es favorable.
Observar si está consciente y respirando; si es así, ponerlo de lado, en posición de recuperación, y esperar por ayuda de un profesional
Si no respira, iniciar maniobras de reanimación cardio pulmonar básica (RCP) hasta que llegue la ambulancia o el servicio de rescate.
Cómo realizar la reanimación
Verificar el nivel de consciencia: si responde, dejar en posición de lado, cuidando movimientos del cuello.
Si no responde, posicionar en superficie dura y plana, boca arriba sin hiperextender el cuello.
Abrir la boca y realizar 5 respiraciones profundas de rescate boca a boca y evaluar en menos de 10 segundos si respira.
Si no es así, iniciar compresiones cardiacas 30 veces por una ventilación y seguir hasta conseguir respuesta, mientras se espera una ayuda profesional.
Las compresiones deben ser en el centro del pecho, sin flectar codos, entre 100 a 120 veces por minuto.
Si la persona que reanima no sabe dar ventilación boca a boca, hacer solo masaje cardiaco, que será mejor que no hacer nada.