La creencia popular sostiene que la ropa blanca y holgada es la mejor para sentirse un poco más fresco en los días calurosos del verano. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que esto no siempre es así.
Se cree que la ropa blanca o clara es mejor para combatir el calor porque refleja la luz solar, mientras que la ropa negra u oscura la absorbe. Sin embargo, esta creencia no toma en consideración otro factor fundamental: que los seres humanos también generamos energía térmica.
El caso de los beduinos en Medio Oriente
Un estudio publicado en la revista Nature examinó el comportamiento de los beduinos, árabes nómadas, que habitan los desiertos de la península arábiga y el norte de África. Específicamente, examinaron la razón detrás de que muchos de ellos están vestidos con largas y holgadas túnicas negras.
En ese sentido, los investigadores decidieron investigar “si las túnicas negras ayudan a los beduinos a minimizar las cargas de calor solar en un desierto cálido”.
Lo que descubrieron es que el calor adicional absorbido por la túnica negra se pierde antes de llegar a la piel. Así, desmitificaron la idea de que la ropa negra es necesariamente más calurosa. Además, gracias al fenómeno de la convección, la ropa negra ayudaría a los beduinos a eliminar más fácilmente el exceso de calor corporal.
Entonces, ¿ropa blanca o negra para el calor?
Un factor determinante a la hora de elegir si conviene usar ropa blanca o negra es si esta es ceñida al cuerpo u holgada.
Arturo Quirantes, profesor de física de la Universidad de Granada, explicó a BBC Mundo que “nosotros emitimos energía térmica. Si llevamos ropa blanca, el calor que emitimos rebota contra la tela y no puede salir. En cambio, si la tela es negra, lo absorbe. Y si corre brisa, esta se lleva el calor por convección, que es un mecanismo eficiente para mantenernos frescos”.
Según Quirantes, las prendas de colores claros, sobre todo el blanco, evita los rayos de sol, pero al mismo tiempo dificulta que salga el calor del cuerpo. Esto, ya que rebota contra la misma tela. “El elemento clave en la ropa de los beduinos es que, además de ser negra, está suelta. Eso hace que se creen corrientes de convección que permiten expulsar el calor del cuerpo más eficientemente”, dice.”, agregó.
En ese sentido, la recomendación es que si se va a utilizar una prenda ajustada, que esta sea de color blanco, para que rebote el calor y refleje la luz. Por otro lado, si la prenda es holgada, un color oscuro puede ayudar al cuerpo a irradiar más fácilmente ese calor al exterior.
La elección de la tela también es importante, según explicó Mario Zacarías, experto textil y gerente comercial mall Paseo Santa Filomena, “los tejidos de algodón y lino son los más ideales para vestir en verano o en épocas de olas de calor, ya que no se adhieren a la piel con el sudor y se secan rápidamente si se transpiró”.