La disputa territorial entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo, rica en recursos naturales, es de larga data y reconocido internacionalmente. Este se agravó tras la aprobación de la explotación de costas por parte de Guyana, provocando protestas de Venezuela. La región es crucial por sus vastas reservas de minerales y petróleo, siendo un factor clave en el crecimiento económico de Guyana. El conflicto tiene raíces históricas desde la época colonial, y ha persistido a pesar de esfuerzos de resolución internacional.
La disputa por la región del Esequibo, un territorio rico en recursos naturales, escaló la tensión entre Venezuela y Guyana, ya que ambos países lo reclaman como propio. Se trata de un conflicto centenario que volvió a ocupar la primera plana luego del referéndum impulsado por el gobierno de Nicolás Maduro para “anexar” ese territorio.
El conflicto de soberanía sobre el Esequibo ha sido sujeto a distintas instancias de negociación, las cuales fracasaron en ponerle fin a una disputa que data de la época colonial europea del siglo XIX. En 2015, el descubrimiento de recursos naturales en las costas sin delimitar (especialmente de petróleo y oro), abrió un nuevo capítulo en el conflicto.
La reciente escalada de tensión comenzó luego de que Guyana aprobara la explotación de sus costas en beneficio de seis empresas petroleras. A raíz de esto, Venezuela protestó aludiendo a que son “aguas pendientes por delimitar”. Un mes después, Maduro convocó un referéndum para crear una provincia en ese territorio, saltándose el derecho internacional.
Guyana, por su lado, denunció que se trata de un intento para ocupar la región.
Por qué el Esequibo es importante
La región, de una superficie de 159.542 km² (similar a las regiones de Aysén y Los Lagos juntas), es rica en recursos naturales y minerales y ocupa dos tercios del territorio de Guyana, el único país de habla inglesa de América del Sur.
También constituye de la tercera parte del país en términos de población, dado que allí viven 300 de sus 800 mil habitantes, en seis de las diez regiones de la República Cooperativa de Guyana.
La importancia del territorio radica en las vastas reservas de minerales oro, cobre, diamante, hierro, bauxita y aluminio, cuya explotación dispararon el crecimiento de Guyana en los últimos años, que en 2022 cerró en casi el 58%. Este también tuvo que ver con las reservas de petróleo encontradas en las costas en disputa, cuya explotación motivó la queja venezolana previo al referéndum.
Desde 2015 hubo 46 descubrimientos en manos de multinacionales como la estadounidense Exxon y la francesa TotalEnergy, que dieron lugar a la acumulación de 11 mil millones de barriles de crudo. Esto, en 2023, cobra otra relevancia en línea con los conflictos en Ucrania y Medio Oriente.
El origen de la disputa
Venezuela heredó el territorio de España al obtener su independencia en 1811. En aquel entonces, Reino Unido se posicionaba como la potencia colonial en la región, luego de intervenir en los procesos independentistas de varios países. En ese contexto, firmó un pacto con Países Bajos, que poseía lo que hoy es Surinam, para “adquirir” más de 50.000 kilómetros cuadrados hacia Venezuela y así expandir su territorio, en ese entonces llamado Guayana británica.
El territorio en disputa entre los dos países constituye una tercera parte de lo que hoy es Guyana. El límite occidental sobre la incipiente república venezolana, en tanto, lo definió Reino Unido en 1840 de manera unilateral, conocido como la “Línea Schomburgk”, que incluso fue ampliada en los años subsiguientes. El dominio británico quedó firme en 1899 con el arbitraje de París, impulsado por Estados Unidos.
En 1940 se desclasificó un memorándum de la defensa venezolana en el arbitraje, compuesta por el estadounidense Severo Mallet-Prevost, en el que denunció la imparcialidad de los jueces y que el laudo arbitral tuvo un trasfondo político.
Desde entonces, Venezuela declaró el arbitraje nulo y reactivó su reclamo sobre el Esequibo. Tanto que después de otorgarle la independencia a Guayana en 1966, Reino Unido firmó el Acuerdo de Ginebra en el que reconoce el reclamo venezolano, que fue sostenido en instancias internacionales e impulsado por la ONU, sin resultados concretos.
En la actualidad, el conflicto se reactivó luego de que Venezuela llamara a una consulta popular por la anexión de la región, el cual se aprobó por el 94% de los votos el 3 de diciembre. Poco después, Maduro envió una ley para crear la provincia de Guayana Esequiba y darle “atención social” y la ciudadanía venezolana a sus 300.000 habitantes.
Según el gobierno guyanés, la acción de Venezuela amenaza la integridad territorial del país.