Santander dio el puntapié inicial a la segunda versión de Misión Ahorro, iniciativa que invita a los escolares a explorar conceptos relacionados con el ahorro y las finanzas personales, usando como ejemplo las conductas de otros seres vivos en la naturaleza y de la vida diaria.
A través de estas experiencias educativas, niños, niñas y sus familias aprenderán a diferenciar entre necesidades y deseos, crear un presupuesto, ahorrar y tomar decisiones financieras informadas.
En 2023, este programa alcanzó más de 40 colegios y más de 10 mil estudiantes de las regiones Metropolitana, de Valparaíso, de Antofagasta y de Los Lagos. Para este 2024, en tanto, Santander espera llevar esta iniciativa a 120 colegios, gracias a la colaboración de 400 voluntarios del banco y la empresa Kyklos.
De esta forma, buscan impactar positivamente la vida de más de 20 mil alumnos en las mismas regiones mencionadas, sumando en esta oportunidad a las regiones de La Araucanía y de O’Higgins.
Gonzalo Rodríguez, jefe de Banca Responsable de Santander, sostuvo que “es absolutamente fundamental que los jóvenes, desde temprana edad, puedan comenzar a incorporar la educación financiera en sus decisiones diarias, para que así sean conscientes de los impactos que estas pueden tener en sus vidas”.
“Queremos que la relación que niños y niñas tienen con el uso del dinero sea una que esté marcada por la responsabilidad. Es por eso que en Santander trabajamos desde hace años para impulsar este tipo de conocimientos, convencidos de que la educación financiera es trascendental para alcanzar el bienestar económico y, en consecuencia, una mejor calidad de vida”, añadió.
Elizabeth Karlen, jefe de proyecto y quien lidera la implementación, dice que “en Kyklos llevamos muchos años desarrollando programas educativos en colegios y Misión Ahorro destaca por vincular de manera lúdica y en simple la educación financiera y la ambiental. Además, la participación del equipo de voluntarios del banco ha enriquecido el programa por su entusiasmo y conocimientos”.
Aprendiendo a través del juego
La actividad para enseñanza básica se llama Dromiciops, cuidador de recursos, que consiste en ayudar al monito del monte a ahorrar energía durante el verano, gastando lo mínimo necesario para sobrevivir el invierno.
A través de esta dinámica, los alumnos aprenderán sobre el hábitat de este animal y su alimento. Una vez que termina, se realiza una reflexión de lo compartido y aprendido, reforzando conceptos como gasto, ahorro y recursos limitados.
Para enseñanza media, en tanto, la actividad se llama Mis básicos, mis gustos, mi futuro y, a través de un juego de tablero, los estudiantes definirán sus gastos mensuales, donde se irán presentando diferentes situaciones imprevistas, que les harán priorizar entre gastos básicos, gustos o ahorro.
Cada decisión que tomen tiene una consecuencia, por lo que deben buscar un buen equilibrio. Al finalizar, reflexionarán respecto a los gastos básicos y la importancia de diferenciar entre lo que se necesita y lo que se quiere, para siempre tener la oportunidad de ahorrar.
Las familias de los alumnos también tendrán un rol importante, involucrándolas para que, junto a sus hijos e hijas, puedan hablar en torno a estos temas y reflexionar en conjunto cómo se llevan las finanzas en las casas.
Para esto, podrán completar un formulario online, con el cual tendrán la oportunidad de competir por un premio que ganará un curso por macrozona (norte, centro y sur) y que consiste en una salida a un parque nacional.