Esta dieta puede ser una alternativa para aquellas personas que buscar una alimentación sana - con una mayor ingesta de frutas y verduras-, pero sin dejar de comer carne.
Para muchas personas el consumo de carne forma parte de su dieta cotidiana y resulta difícil quitarla de un día para otro. Sin embargo, existen alternativa para cambiar a un estilo de vida más saludable y consciente con el medioambiente, se trata de la dieta flexitariana.
A simple vista, su nombre da una idea en lo que consiste este plan de alimentación: una mezcla entre “flexible” y “vegetariano”.
Según la revista Women’s Health, en esta dieta, la persona consume todos los días un gran porcentaje de preparaciones con base en productos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres o leches vegetales.
También, se incluye en ocasiones alimentos derivados de animales como puede ser el huevo, leche, yogur o queso. Asimismo, se incorpora una pequeña cantidad de carne -ya sea carnes rojas, pescado o marisco- solo de forma puntual una o dos veces por semana.
A diferencia de las personas vegetarianas o veganas, los flexitarianos no eliminan del todo los alimentos de origen animal, ni tampoco evitan su consumo. Al contrario, consumen estos productos, pero a un nivel mucho mejor del que lo hace en promedio una persona.
Juliana López, especialista en alimentación vegetariana, explicó en un artículo del diario argentino Clarín que “este grupo de personas no elimina ningún tipo de alimento, es una alimentación saludable y totalmente social, se adaptan a cualquier tipo de comida, no se privan de ir a eventos y comer lo que haya”.
“La alimentación de los flexitarianos se basan en frutas, verduras, legumbres, cereales, frutos secos y semillas. Lo que los caracteriza es que los alimentos de origen animal aparecen muy de vez en cuando en su alimentación“, agregó la especialista.
Una dieta que ayuda al planeta
La dieta flexitariana ha sido vista como una alternativa que podría salvar el planeta y asegurar una alimentación sostenible en el futuro. Incluso, es avalada por instituciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Dado la gran cantidad de personas que habitan el planeta, satisfacer la demanda de alimentos en 2050 será bastante complicado, proyecta la FAO. Por ello, crear cambios a nivel cultural que incluyan la reducción del consumo de carne- una de las industrias más contaminante que afecta al planeta- es una opción viable que la población mundial podría adoptar.
Un estudio publicado en la revista especializada Nature, asegura que esta dieta puede ayudar a combatir dichos efectos. Además, puede generar efectos positivos en la salud y en el medioambiente.
Marco Springmann, investigador de la Universidad de Oxford y uno de los autores del estudio, explicó al medio británico BBC que “podemos adoptar una variedad de dietas saludables, pero lo que todas tienen en común, de acuerdo a la evidencia científica, es que se basan fundamentalmente en alimentos provenientes de plantas”.
“Nosotros preferimos centrarnos en la dieta menos radical, la flexitariana”, añadió Springmann.
Por su parte, Luis Lassaletta, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid y coautor de la investigación, comentó al Clarin que optar por una dieta con menos carne “permitirá reducir el riesgo de cruzar los límites medioambientales en relación con el cambio climático, la expansión desmesurada de las tierras de cultivo, la utilización de los recursos acuáticos y la contaminación de los ecosistemas causada por el empleo excesivo de fertilizantes”.
Beneficios para la salud
Este plan de alimentación no solo ayuda al medioambiente, también lo hace con la salud de las personas.
Al incluir una mayor cantidad y variedad de productos naturales se aumentan los porcentajes de minerales y vitaminas en el cuerpo.
A diferencias de los veganos, tampoco es necesario incorporar suplementos a la dieta debido a que no se deja de comer proteínas de origen animal que aportan ciertos nutrientes que requiere el organismo.
También genera cambios positivos en la salud cardiovascular, dado que las dietas altas en vegetales ayudan a reducir el colesterol como las verduras de hoja verde, frutos secos o algunas legumbres.
Asimismo, puede ayudar a las personas a bajar de peso dado el limitado consumo de productos que contienen una alta cantidad de calorías, grasas saturadas y azúcar.
Si bien, es una dieta que no tiene contraindicaciones médicas, es aconsejable acudir a un especialista para realizar de forma correcta esta dieta y conocer mejor sus beneficios.