En un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge, reveló que realizar 150 minutos -es decir, dos horas y media– de ejercicio a la semana disminuye las probabilidades de padecer depresión en un 18%.
De hecho, la investigación detalla que no se trata de actividad física altamente desgastante, sino que una actividad leve a moderada como, por ejemplo, caminar a paso ligero es suficiente.
El estudio revisó los datos de 15 investigaciones, de donde se estudiaron, en total, a 191.130 personas a las que se les siguieron sus rutinas de actividad física por tres años.
En aquellas personas que eran más activas y que realizaban ejercicio más tiempo que el mínimo recomendado de actividad física redujeron su riesgo de sufrir depresión en un 25%, esto en contraste con personas sedentarias.
De acuerdo a los investigadores liderados por Matthew Pearce, académico de la unidad epidemiológica MRC de la Universidad de Cambridge, los resultados se deben a la constante liberación de endorfinas en el cerebro, una hormona caracterizada por entregar una sensación de bienestar.
Esta misma puede causar diversas reacciones en el organismo como la sensación de calma, menos pensamientos negativos, reducción del estrés, mejor calidad de sueño y aumento de la autoestima, concluye el estudio.
La investigación también determinó que si los participantes menos activos del estudio hubieran hecho más ejercicio, el 11,5% de los casos de depresión podrían haberse evitado.