La elasticidad de los músculos sí se puede mejorar. Aunque sientas y pienses que tu rigidez juegue malas pasadas a la hora de ejercitarte, es muy importante conocer ejercicios de flexibilidad.
De hecho, es algo que se debe ejercitar porque un cuerpo flexible reduce la posibilidad de lesiones y de dolores de espalda.
Cuando envejecemos, nuestros movimientos se vuelven más limitados, la movilidad se reduce y la flexibilidad aminora, por eso, si trabajamos la elasticidad, lograremos que el cuerpo funcione mejor durante más años, según afirma la revista Women’s Health.
Se gana flexibilidad muy despacio porque el cuerpo limita el alcance de movimientos “arriesgados”, pero a medida que lo vas adaptando a nuevas metas, verás que llegas cada vez más lejos.
Ejercicios de flexibilidad
El trabajo de flexibilidad es tan importante que se ha convertido en una disciplina en si misma llamada stretching, que cuenta con espacio propio en los horarios de los gimnasios y al que las que más saben de fitness le dedican como mínimo una rutina semanal.
Si queremos ver resultados tenemos que dedicarles tiempo y esfuerzo a los ejercicios de flexibilidad. Los cuáles nunca van solos. Trabajar la flexibilidad va de la mano de la respiración, detalla la revista antes mencionada.
A continuación te dejamos diez ejercicios de flexibilidad que ayudarán a impedir lesiones cuando estés ejercitando:
1. Torsión de espalda: Siéntate en el suelo y estira la pierna derecha. Luego, dobla la izquierda y pásala por encima de la derecha. Ahora, coloca el brazo derecho por encima de la rodilla flexionada (la izquierda) y presiona con el codo para hacer una torsión de espalda. Aplica fuerza en la presión para mayor efectividad. Luego, repite con el otro costado.
2. Estiramiento isquiotibial: Sigue sentada en el suelo, estira la pierna izquierda y flexiona la derecha llevando el pie derecho hasta la ingle. Aguanta la postura durante 5 segundos. Después, inclina el cuerpo hacia delante hasta tocar con los dedos la puntera de tu zapatilla. Repite el ejercicio con la otra.
3. Estiramiento de abductores: Seguimos en el suelo. Ahora abre las piernas y estíralas lo más que puedas, sin flexionar las rodillas. Ahora, inclina el torso hacia delante. Estira los brazos hacia adelante y baja poco a poco hasta donde puedas.
4. Estiramiento de glúteos: Seguimos en el suelo. Túmbate sobre la espalda con las piernas recogidas, cruza la pierna izquierda sobre la rodilla derecha, pasa las manos por detrás de la pierna derecha y atráela hacia tu cuerpo, lo que hará que se estire todo el glúteo izquierdo. Repite con la otra.
5. Estiramiento del psoas ilíaco: Colócate con la rodilla derecha delante y el pie derecho apoyado en el suelo y con la rodilla izquierda apoyada en el suelo, bien atrás, evitando que la zona lumbar se arquee, para lo que tendrás que contraer el abdomen. Cambia de pierna.
6. Estiramiento de columna, pecho, cuello y hombros: Es la postura del puente. Sigue tumbada en la esterilla, boca arriba, con las rodillas flexionadas. Levanta la pelvis y el torso hasta los hombros. Estira los hombros hacia abajo para que queden bien apoyados en el suelo. Mantén la mirada en el techo y los brazos estirados y apoyados en el suelo.
7. Estiramiento de espalda: Colócate de rodillas, y luego siéntate sobre tus talones. Lleva el cuerpo hacia delante, estirando los brazos al máximo, pero sin subir los hombros. Nota cómo se estira toda tu espalda.
8. Estiramiento de tríceps: Puedes seguir sentada en la esterilla o levantarte. Eleva el brazo sobre la cabeza y dobla el codo completamente de tal manera que la mano quede por detrás del cuello, utilizando el otro brazo para estabilizar el codo.
9. Estiramiento de cuádriceps: Flexiona tu pierna izquierda hacia atrás hasta que puedas cogerte la punta del pie con la mano derecha. Tira suavemente del pie hacia atrás notando cómo se estira el cuádriceps y el talón llega a tocar el glúteo. Repite con la otra pierna.
10. Estiramiento lateral: De pie, pasa la pierna izquierda por detrás de la derecha, eleva el brazo derecho e inclínate hacia la izquierda. También lo puedes hacer dejando los pies juntos. Haz lo mismo inclinándote hacia el otro lado.