Los entrenamientos en intervalos de alta intensidad (HIIT), que consisten en realizar ejercicios que impliquen a una gran cantidad de grupos musculares, de forma que se alternan intervalos de gran intensidad con otros de media y baja, se han vuelto comunes entre las personas que realizan ejercicios en sus hogares.
Con la pandemia y el cierre de centros deportivos y gimnasios, se redujo el tiempo y espacio de ejercitarse, teniendo que reinventar las rutinas de ejercicios desde la casa.
Sin embargo, hay varios estudios que señalan que no es necesario una rutina de una hora, sino realizar ejercicios en pocos minutos, pero de manera intensa, siendo mucho más beneficioso para la salud.
Por ejemplo, la Organización mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos realicen entre 150 a 300 minutos de ejercicio moderado, o de 75 a 100 minutos de ejercicio a la semana (20 minutos al día).
No obstante, en un nuevo estudio, publicado en la revista Journal of Physiology, los investigadores señalan que los ejercicios HIIT de bajo volumen entregan mejoras en relación a la salud metabólica, la función cardíaca y la salud arterial, pese a que estos requieren mucho menos tiempo y energía.
Esta información no sólo beneficia a quienes mantienen una constante rutina para ejercitarse, sino que también ayuda a aquellos que sufren problemas de salud o alguna capacidad que requiera de actividad física.
El Dr. Angelo Sabag, autor del estudio, señala en el mismo que “si bien las pautas de la OMS pueden cumplir su propósito a nivel poblacional, las intervenciones HIIT de bajo volumen individualizadas y adaptadas realizadas por profesionales del ejercicio debidamente capacitados pueden ser más efectivas a nivel individual, especialmente para personas con poco tiempo”.
En el caso de los adultos mayores, según la OMS, la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos, actividades ocupacionales, tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.
Esto con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y de reducir el riesgo de ENT, depresión y deterioro cognitivo, actividades a las que debiesen dedicarles alrededor de 150 minutos semanales.
Pese a que los resultados de dicha investigación es positiva, los expertos indican que también es importante realizar una rutina de ejercicios intensa acorde a nuestras necesidades físicas, para no generar daños por la sobre exigencia.