Científicos del Centro de Enfermedades Infecciosas y el Centro Médico Universitario de la Universidad de Leiden, están desarrollando un nuevo método de vacunación contra la malaria: mosquitos que contienen un parásito modificado genéticamente.
Sí, ahora la picadura de un mosquito podría ser clave para la inmunidad a esta enfermedad potencialmente mortal.
Un estudio publicado esta semana en The New England Journal of Medicine, detalla las primeras pruebas con este método, donde los participantes picados por el mosquito modificado no contrajeron la malaria.
Recordemos que, a la fecha, existen dos vacunas aprobadas contra la malaria, pero estas tienen una eficacia del 75% y requieren dosis de refuerzo, según informa la revista Nature. Por esta razón, los científicos buscan nuevas maneras de llegar a la inmunidad.
¿Los mosquitos son la nueva vacuna contra la malaria?
El parásito que causa la malaria es el Plasmodium falciparum, que se transmite por la picadura del mosquito de la especie Anopheles. Tras la picadura del mosquito infectado, el parásito viaja hasta el hígado e infecta los glóbulos rojos.
Ahora, lo que están haciendo los científicos es modificar al parásito genéticamente para que, poco después de introducirse en el cuerpo humano, deje de desarrollarse.
Inicialmente, el quipo de la Universidad de Leiden modificó un parásito al que llamaron GA1, que dejaba de desarrollarse 24 horas después de entrar al organismo, pero tuvo una baja eficacia.
En un segundo intento, desarrollaron el GA2, que deja de desarrollarse 6 días después de la picadura. Así, probaron si es que este parásito podría ayudar a los humanos a desarrollar inmunidad.
Los participantes del estudio, fueron expuestos a 50 mosquitos para ser picados, 10 de ellos recibieron el parásito GA1 y 10 el GA2, con la intención de exponerlos a mosquitos infectados con la malaria tres semanas después de las picaduras de mosquitos modificados.
Los científicos registraron que, justo antes de ser picados por mosquitos por malaria, los participantes tenían niveles más altos de anticuerpos.
De los participantes con GA1, un 13% (solo 1) no se contagió de la malaria, mientras que el grupo GA2 tuvo un 89% de éxito.
El equipo espera realizar más pruebas con GA2 para comprobar su viabilidad y señalan que este método podría ser un candidato global para combatir la malaria.