Un reciente estudio sobre la acción de las vacunas contra la viruela del mono realizado en Estados Unidos demostró que quienes no han adquirido el tratamiento tienen hasta 14 veces más probabilidades de contraer el virus símico.
Los resultados preliminares se recogieron a partir de una investigación hecha por autoridades sanitarias del país norteamericano en 32 estados. El estudio muestra que aquellos que recibieron la vacuna entre julio y septiembre y luego estuvieron expuestos al virus, tuvieron 14 veces menos probabilidades de infectarse.
“Para aquellos vacunados, la protección se observó dos semanas después de su primera dosis de vacuna”, afirmó la directora de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, tras ofrecer los primeros datos obtenidos desde que la vacuna comenzó a aplicarse en junio.
De hecho, explicó, todavía no hay datos sobre la efectividad de la vacuna para las personas que se ponen dos dosis, ni tampoco sobre cuánto de duradera es la protección.
“Estos nuevos datos nos brindan un nivel de optimismo cauteloso de que la vacuna está funcionando”, dijo.
Walensky estuvo acompañada del coordinador del equipo de respuesta de la Casa Blanca, Bob Fenton, quien destacó que “todavía hay mucho trabajo por hacer” y “no se ha terminado con esta pelea”.
“Debemos continuar llegando a las comunidades de mayor riesgo, especialmente a las comunidades negras y latinas. Continuaremos asignando vacunas a grandes eventos privados desde Las Vegas hasta San Francisco, que han demostrado ser exitosos, y estamos planificando nuestras necesidades a más largo plazo”, apuntó.
Según los datos ofrecidos por los CDC, hasta el 27 de septiembre se han detectado más de 66.500 casos a nivel mundial en 106 países. En tanto, en Chile los casos ascienden a 880 hasta la misma fecha, sin embargo, ninguno tendría el virus activo, detalló el Ministerio de Salud en su más reciente reporte.
En el país se espera que la inoculación contra el virus símico inicie en octubre, cuando el grupo objetivo serán aquellas personas que sean contactos estrechos de casos confirmados, además de personal de la salud.