"Se necesita un tiempo para hacer bien estos análisis y, además, hay que examinar cuidadosamente los datos y controlar todo tipo de sesgos y factores de confusión en los estudios observacionales; llevará un tiempo averiguarlo", señala Adam Lauring, de la división de enfermedades infecciosas de la Universidad de Michigan, en EE.UU.
Determinar la efectividad de las vacunas covid contra la nueva variante ómicron llevará un tiempo; “aún estamos aprendiendo” de la variante delta y de su influencia en estos preparados, según expertos, que recuerdan a aquellos que han estado esperando a vacunarse que ahora es el momento de hacerlo.
El investigador sospecha que los anticuerpos que circulan probablemente no neutralizarán a ómicron tan bien como lo hicieron con el coronavirus SARS-CoV-2 original, pero “es pura predicción y especulación”, apunta, y “no me sorprendería que hubiera alguna erosión en la efectividad de las vacunas contra la infección”.
“Soy mucho más optimista en cuanto a que la efectividad de la vacuna se mantendrá contra la enfermedad grave”, agrega.
Lauring participó en un debate organizado por Jama Network sobre la nueva variante ómicron junto a Carlos del Río, de la división de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, también en EE.UU. La discusión se produjo el pasado 1 de diciembre y la revista ha publicado ahora un resumen de la misma.
Ambos destacan la importancia de la vacunación. Del Río insiste en que combatir la desinformación es de vital importancia: espero que ómicron sea otra oportunidad para decirle a la gente que se vacune.
En Estados Unidos hay gente en contra de las vacunas que no se va a vacunar pase lo que pase, pero “hay un gran número de individuos que creo aún están en la etapa de duda, en esperar y ver (…)”.
“De acuerdo, has estado esperando a vacunarte, pues ahora es el momento. Cuando -estas personas- dicen qué puedo hacer en relación a ómicron, yo digo: vacúnate, y si ya lo has hecho, pregunta por un refuerzo”.
En cuanto al origen de la variante, esta se secuenció por primera vez en Sudáfrica y aún se desconoce dónde y cómo surgió; una de las cosas que se están discutiendo es si esta apareció en alguien cuyo sistema inmunitario esta debilitado.
Del Río detalla que una de las teorías es que la evolución se produjo en una persona con VIH, con una grave inmunosupresión y que estuvo infectada de covid durante un período prolongado de tiempo, tal vez más de 300 días.
Al no poder eliminar el virus, este se multiplica y muta continuamente en ese entorno; eso podría haber desembocado en esta variante, dice Del Río, quien apunta que pacientes inmunocomprometidos también son, entre otros, los receptores de trasplantes. Es importante vacunar a todos ellos.
Lauring pide en este sentido no estigmatizar a estas personas: “creo que tenemos que ser muy cuidadosos al hablar de las variantes en estos huéspedes y de lo que hay que hacer al respecto”.
Una de las cosas que ha llamado la atención a la comunidad científica de esta variante es el gran número de mutaciones -unas 35- en la proteína de la espícula -proteína S-, la utilizada por el coronavirus para entrar en la célula humana.
“Con tantas mutaciones en la espícula está claro que ha habido mucha evolución y adaptación en esa proteína”, opina Lauring, para quien hay dos hipótesis principales sobre el origen de ómicron.
Además de la del huésped inmunocomprometido, la otra, a la que se ha prestado menos atención -dice-, es la posibilidad de lo que se llama zoonosis inversa, según la cual el SARS-CoV-2 ha pasado a otros animales con el tiempo.
“La idea es que evolucionaría de forma distinta en un huésped animal que en una persona y entonces podría volver a entrar en la población humana como un coronavirus diferente”.
Según Lauring, ahora mismo no se sabe cuál de las dos opciones es más probable, pero sí que ha habido mucha evolución en ómicron.