Durante el pasado jueves la Seremi de Salud de La Araucanía detectó un caso sospechoso de lepra en un hombre pertenenciente a la comuna de Temuco, quien se mantiene hospitalizado y aislado, pero sostuvieron que no hay contactos estrechos.
Según información recogida por BioBioChile, el paciente no tendría antecedentes de enfermedades de base importantes, por lo que se le practicó una biopsia, la cual fue derivada hasta la región Metropolitana para ser analizada.
En Chile, el último caso registrado de lepra fue en la ciudad de Valdivia, en un hombre haitiano que residía en la ciudad. No obstante, tras controlar un posible brote, la autoridad sanitaria de ese entonces determinó que ya no habían más casos activos.
¿Qué es la lepra y cómo se contagia?
La lepra o enfermedad de Hansen es un padecimiento infeccioso crónica, causada por una bacteria llamada Mycobacterium leprae, que afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad curable, que tratada correctamente en sus primera fases, se puede evitar la discapacidad.
Sus principales síntomas incluyen manchas claras u oscuras en la piel, nódulos cutáneos que resultan en lesiones y pérdida de sensibilidad en la zona afectada. Otros síntomas incluyen debilidad muscular, sensación de hormigueo en las manos y los pies, según informa la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los primeros casos se remontan a la edad antigua, donde incluso “los leprosos” eran marginados de la sociedad, siendo incluso desterrados por sus comunidades y familias. No obstante, fue hasta 1940 que los avances científicos permitieron desarrollar un fármaco el cual podría ayudar a tratar y disminuir las consecuencias que genera esta bacteria.
En cuanto a la forma de contagio, según la OMS, “se transmite con frecuencia a través de las gotitas que se expulsan de la boca o la nariz, por medio de contactos cercanos y frecuentes con personas que no han recibido tratamiento”. De no tratarse, puede ocasionar lesiones progesivas y severas en las partes del cuerpo afectadas.
La directora de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad San Sebastián, Patricia Toledo, explica en un comunicado de dicha institución “el tiempo de incubación es de cinco años, pero los síntomas pueden presentarse dentro de uno, o incluso 20 años”.
Formas de tratamiento
Actualmente, rara vez es mortal, sin embargo, las complicaciones secundarias a la neuropatía pueden ser deformantes e incapacitantes. Todas estas complicaciones son prevenibles si se realiza el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado y oportuno, puntualiza el sitio del Ministerio de Salud (Minsal).
Si bien durante décadas los pacientes con esta enfermedad eran estigmatizados, no fue hasta 1940 que el avance de la ciencia permitió desarrollar un fármaco que sirviera como tratamiento, la dapsona.
Sin embargo, durante la década de los 60 la bactería comenzó a presentar resistencia a este fármaco, por lo que debieron aplicarse otro tipo de medicamentos, los que fueron reconocidos y aceptados por la OMS para 1981.
“El tratamiento tiene una duración de 6 meses en los casos paucibacilares y de 12 meses en los multibacilares. El TMM (conjunto de fárcamos) mata al patógeno y cura al paciente”, explica la organización.
En el caso de los contactos domésticos de esta enfermedad, se recomienda la realización de exámenes inmediatos y anuales durante por lo menos cinco años después del último contacto con una persona en fase infecciosa. “En la mayoría de los casos, la persona no infectará a los demás a partir de tres meses de haber iniciado el tratamiento”, afirma el Departamento de Salud de Nueva York (Estados Unidos).