Las píldoras anticonceptivas son el método más utilizado a nivel mundial. No solamente como anticoncepción como su nombre lo indica, sino también suele prescribirse a mujeres con algún tipo de desorden hormonal que requiera de regulación.
De acuerdo a datos entregados por el Banco Mundial, en 2017 alrededor del 60% de mujeres en el mundo usaban este método anticonceptivo, mientras que solamente en Chile para ese mismo año, la cifra era de un 80%.
Pese a ser el más recomendado por los médicos, algunas mujeres suelen tener reacciones adversas con ellos, razón por la cual deben acudir otro tipo de métodos.
En un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2016, advirtió sobre la relación existente en las incidencias de estas píldoras en el sistema vascular como la trombosis venosa, aunque no se detectaron tantos casos de accidente cerebro-vascular (ACV).
“Entre los factores que hay que tener en cuenta al elegir un determinado método anticonceptivo figuran las características del usuario potencial, el riesgo subyacente de enfermedad, la seguridad y los perfiles de efectos secundarios de los diferentes productos, el costo, la disponibilidad y las preferencias del paciente”, señala la OMS.
En el caso de nuestro país, los estudios e investigaciones sobre las incidencias de los anticonceptivos en mujeres chilenas son escasos, pese a que existen pacientes confirmadas que han padecido algún problema cardiovascular debido a estas píldoras, explica la hematóloga de la Clínica Las Condes, María de los Ángeles Rodríguez en un comunicado.
Por esa razón, agrega la especialista, que “algunas mujeres jóvenes se estén cambiando a los anticonceptivos de larga duración, como los implantes o parches”.
No obstante, Rodríguez habla de cómo se desconocen los riesgos y la desinformación que existe en torno a estas píldoras.
“Uno ve que hay gente que espontáneamente trae a las hijas, porque ha habido un antecedente familiar, pero en la mayoría de las personas pasa bastante inadvertido y no se está consciente de los riesgos del uso de anticonceptivos. A medida que se van enterando de que esto puede ocurrir, van haciendo la relación. Y la gente consulta mucho más. He visto muchos más casos en los últimos años”, sostiene.
Efectos por tomarlos en un tiempo prolongado
Si bien este método es el más utilizado, los especialistas enfatizan en que cada caso es diferente y no siempre tienen resultados beneficiosos.
No obstante, hay que considerar que el uso prolongado y diario de estas píldoras es lo que ayuda a cumplir su función. Usualmente, traen 28 tabletas, donde 21 son reales y generan el efecto esperado, mientras que siete de ellas están inactivas o funcionan como placebo, y estas suelen tener un color diferente a las otras.
La Facultad de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (FSRH) de Reino Unido, asegura que “algunas mujeres pueden tomar paquetes de 21 píldoras de forma continua, abandonando por completo el receso de siete días”, según recoge BBC Mundo.
“La toma de pastillas a menudo no es perfecta. El momento más peligroso para obviar una es al principio y al final de un intervalo sin tomarlas“, comenta la doctora Diana Mansour, vocera de la FSRH al medio antes citado.
Sobre la periocidad en la ingesta de estas pastillas, Jane Dixon, de FSRH, dijo a BBC Mundo que “muchas mujeres siguen el patrón de tomar la píldora tres semanas sí y una no porque cuando menstrúan eso les da cierta seguridad de que no están embarazadas”.
No obstante, la especialista aclara que el sangrado no ofrece ninguna seguridad sobre un eventual embarazo.
“No hay acumulación de sangre menstrual si omites el descanso. De hecho, para muchas mujeres no es conveniente tener un sangrado mensual, si no lo necesitan. Además, es conocido que muchas sufren efectos secundarios durante esa semana, como dolores de cabeza y cambios de humor“.
Según explica la especialista en ginecología y obstetricia Yvonne Butler Tobah en una columna para el sitio de CLínica Mayo, las píldoras anticonceptivas se pueden usar durante el tiempo que sea necesario el control de natalidad o hasta la menopausia.
“Sin embargo, ciertas afecciones de salud aumentan el riesgo de usar píldoras anticonceptivas que contienen estrógeno. A lo largo de tu vida y a medida que envejeces, puede haber momentos en los que no se recomiendan las píldoras que contienen estrógeno”, aclara la especialista.
Por su parte, el médico ginecólogo-obstétra de la Clínica Ciudad del Mar, Aníbal Scarella, señaló que en cuanto a los efectos adversos por un uso en un tiempo prolongado de esta píldora “son muy seguros. Los anticonceptivos orales combinados tienen un leve incremento de trombosis frente a sus pares, lo mismo para el anillo y los inyectables mensuales. Los efectos trombóticos no se ven incrementados por el uso en el tiempo”.
Así mismo aclara que es “el uso intermitente de estos se asocia a un incremento del riesgo trombótico. Es decir, el reinicio de la medicación es el que tiene un efecto incrementable de este efecto”.
Relación con algunas enfermedades
Durante años se han asociado graves efectos adversos por su uso prolongado, incluso, se relaciona con la infertilidad.
La doctora Marta Salvador Osuna, del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Ramón y Cajal en España, señala a Infosalus que “en absoluto afecta a la fertilidad de la mujer. Una vez suspendida se recupera la fertilidad en general de forma inmediata, la fertilidad de una mujer depende de muchos factores tanto suyos como de su pareja por lo que el tiempo medio para conseguir un embarazo tras la suspensión de la píldora depende de dichos factores y no del método anticonceptivo usado previamente”.
Las pastillas anticonceptivas tienen por función inhibir la ovulación, para así evitar la fecundación y, por ende, el embarazo.
“También espesa el moco del cuello uterino, dificultando la entrada de los espermatozoides al útero. Frecuentemente disminuyen la cantidad y duración del sangrado porque también afectan a una capa que hay dentro del útero que se llama endometrio”, agrega la especialista.
Sobre su relación con el cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer señala que existe evidencia de un aumento en la probabilidad y padecimiento de cáncer de cuello uterino, mientras que se vio reducida la posibilidad de tener otros tipos de cáncer como son de endometrio, ovario, colon y recto.
La idea de que los anticonceptivos podrían ocasionar esta enfermedad, radica en que estas píldoras contienen estrógeno y progesterona, hormonas que se procesan naturalmente en nuestro cuerpo, pero que en estas pastillas se encuentran de manera sintética.
Sobre si es aconsejable su suspensión de no ser necesaria la función de anticoncepción, el ginecólogo Scarella agrega que esto depende, ya que los efectos trombóticos se asocian al parar y reiniciar la ingesta del medicamento.
“Aunque si una persona ya no se encuentra en una relación y decide abandonar este tratamiento, debe ser con un seguimiento y mencionar que también existen beneficios en su ingesta como es el control del acné y la sintomatología del período menstrual”, concluye el especialista.
Sobre las precauciones y recomendaciones al tomarla, lo primero es tener en cuenta que la regularidad de su ingesta es importante. Si comienzas a tomarla un día por la mañana, se recomienda continuar en ese patrón hasta que termines la caja.
Si vas a comenzar a tomarlas y ya tienes recetados otros tipos de medicamentos, es importante que esto se lo digas a tu médico, para así no interferir en ninguno de los procesos, indica el sitio de salud WebConsultas.
De acuerdo a la Clínica Mayo, se recomienda no descansar entre una caja de píldoras y otras, al igual que se debe tener precaución cuando se omite una pastilla. De ser así, tómala cuanto antes para evitar se rompa el ciclo de protección.
En caso de sentir que las píldoras están ocasionando alguna desestabilidad en el organismo, como son dolores intensos de cabeza, sensibilidad en las mamas, problemas de presión alterada, náuseas, dolor abdominal, erupción cutánea, cambios de humor severos, sangrado leve entre periodos menstruales, entre otros, debes acudir a tu ginecólogo