La salud mental incluye no sólo aspectos psicológicos, sino también emocionales y sociales, entre varios otros, y actualmente se ha vuelto un desafío para el sistema sanitario en Chile.
El informe que entrega el Ministerio de Salud correspondiente al tercer trimestre de 2024 señala que hay 3.006.001 personas en listas de espera, de los cuales el 87,4% de estos casos (2.626.369 pacientes) corresponde a consultas de nuevas especialidades.
Entre esas especialidades requeridas por las personas se ubican las consultas psiquiátricas con más de 37.000 personas en lista de espera, según reporta la Subsecretaría de Redes Asistenciales. Esta cifra corresponde hasta septiembre de 2024 y la mayoría de los casos corresponde a adultos con 23.721 personas en lista de espera, mientras que 13.900 pacientes son niños y jóvenes.
Uno de los motivos de esta brecha se da por la falta de especialistas en esta área. “Existe un déficit importante de profesionales que trabajen en el área. Que aumenten los especialistas permitirá principalmente mejorar el acceso a una atención pertinente a la población que ahora se ve expuesta a problemas grandes como listas de espera de muchos meses para poder acceder a un tratamiento”, señaló Mauricio Santander, quien en 2025 formará parte de la primera generación de psiquiatras que egresarán de la Universidad San Sebastián.
De hecho, la casa de estudios dicta 13 programas de especialidades médicas, entre ellas la psiquiatría. “Es un área de la medicina que mezcla ciencia con humanidades, donde es muy importante conectar emocionalmente con los pacientes, con quienes se da una interacción y se les llega a conocer en profundidad, logrando generar lazos cercanos tanto con ellos como con sus familiares y entorno social”, mencionó el psiquiatra en formación.
Investigación en salud mental
La investigación que contribuya a la comprensión de los principales problemas y desafíos actuales en salud mental y bienestar se ha vuelto en este sentido prioridad para los profesionales de la salud, que día a día se ven enfrentados a mayores desafíos producto de las circunstancias que se viven en Chile y el mundo.
En esta línea, el Doctorado en Psicología y Salud Mental de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián, que destaca por ser el programa más austral de Chile, ya que se dicta presencialmente también en la sede Valdivia, comenzó a impartirse este año y busca contribuir con investigación para trabajar de manera más eficiente y acertada este fenómeno en Chile.
Rodrigo Cárcamo, director del doctorado de psicología y salud mental de USS, explicó que “tiene un enfoque fuerte en las distintas estrategias de trabajo de salud mental, en la prevención, promoción y la intervención, por lo que la idea es generar proyectos en esas tres dimensiones de la salud mental. En el claustro ya hay varios proyectos de investigación Fondecyt que están funcionando en esa línea”.
Por su parte, Carol Bazignan, académica de la Facultad de Psicología y Humanidades USS, comentó que “la salud mental en Chile se ha convertido en un problema de salud pública que ha empeorado en los últimos años debido a diversos factores como el aumento de las desigualdades socioeconómicas, el estrés laboral y la falta de redes de apoyo, sumado a ello nos encontramos con la pandemia de COVID-19, que profundizó estas dificultades”.
Un problema que, según asegura la académica, además se ha visto acentuado por “la escasez de profesionales de salud mental y la distribución desigual de los servicios, particularmente en zonas rurales”.