Hay palabras son complicadas de leer, ya sea por lo complejo de su composición o la extensión de la misma. Para algunas personas, esto es mucho peor, ya que tienen fobia a enfrentarse a estas palabras.
Se trata de la hipopotomonstrosesquipedaliofobia, un nombre tan complicado que incluso sin fobia cuesta pronunciarla.
El psicólogo general sanitario, Javier Savin, explicó a BBC Mundo que esta fobia también es conocida como sesquipedaliofobia.
Según Savin, la persona, producto de la fobia, tiene una aversión y se pone nervioso cuando está involucrado en conversaciones donde se utilizan palabras extensas, difíciles y poco frecuentes, como por ejemplo una charla académica o una conversación por un tema especializado.
El principal temor es pronunciarla mal y quedar en ridículo frente a quienes te acompañan.
El Instituto NOA explica que, como muchas fobias, el origen puede radicar en experiencias negativas, en este caso, con palabras largas y que le hayan provocado vergüenza pública.
Puede que esta fobia partiera en la infancia, sin embargo, factores genéticos y ambientales también tendrían un papel en su desarrollo.
Síntomas de la fobia
Los síntomas de la hipopotomonstrosesquipedaliofobia, no son muy diferentes a las de una fobia corriente por ansiedad severa.
Estos síntomas, según la Clínica Universidad de Navarra, pueden ser físicos, como la sudoración, respiración anormal, aceleración cardiaca, temblores, escalofríos, dolos de pecho, sequedad bucal, mareos o dolores de cabeza.
Entre los síntomas psicológicos están los pensamientos distorsionados respecto a la situación o estímulo, mientras que en los síntomas conductuales está evitar la situación o estímulo que se teme.
Tratamiento para la fobia
Pese a que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) aún no reconoce oficialmente esta fobia, ya es foco de estudios por los casos que se han presentado.
El Instituto NOA, señala que es posible superar esta fobia siguiendo el enfoque correcto y con una comprensión profunda de las técnicas de manejo.
Por ejemplo, está la desensibilización gradual, que expone lentamente al paciente y de manera controlada a palabras largas, comenzando por las que provocan menos ansiedad.
También está la terapia cognitivo-conductual, donde el especialista ayuda a cambiar los patrones de pensamiento negativos que disparan la fobia-
Técnicas de relajación, como meditación, respiración y mindfulness, además de la educación para entender las fobias y cómo funcionan.