Para muchas personas, es habitual proponer tareas en el trabajo, sin embargo, esto puede ser un síntoma de ansiedad “disfrazado” como una forma de implementar nuevas cosas.
Lo anterior, porque terminan posponiendo tareas o trabajos y finalmente solo consiguen una lista interminable de pendientes que quedan sin finalizar.
Ahora, en muchos casos, esto no lo hacen a propósito, ya que es una forma de ansiedad muy común en entornos laborales y que se confunde con pereza, desprolijidad o incluso procrastinación.
La psicoterapeuta de Chicago, Cathy Ranieri, señaló al medio Huffspot que “el público probablemente no está al tanto del papel o la magnitud que el sistema nervioso juega en nuestras vidas diarias“.
“En el lugar de trabajo, cuando nos sentimos abrumados, sobrecargados de trabajo o nerviosos por nuestro trabajo, el sistema nervioso reacciona evaluándolo como una posible amenaza para nuestra seguridad. Para algunos, esto activa la respuesta de lucha o huida (…) Para muchas personas, especialmente en el trabajo, activa la respuesta de congelación: la procrastinación”, enfatizó.
Ansiedad y procrastinación
No necesariamente sientes ansiedad laboral cuando estás en el trabajo, ya que también puedes estar fuera de la oficina y estar pensando que lo que hiciste, y en lo que no alcanzaste.
Según consigna Healthline, el informe Mind the Workplace 2021 de Mental Health America, el 83% de los encuestados dijo sentirse emocionalmente agotados por sus trabajos, mientras que el 85% indicó que el estrés les afectaba su salud mental.
Entre los síntomas más comunes (y menos discutidos) de la ansiedad, está la procrastinación, ya que generalmente se ve como una forma de evitar hacer tus tareas, lo que lleva a no cumplir con las responsabilidades correctamente.
Sin embargo, lo que ocurre en ciertas ocasiones es que esta forma de evitar las tareas, es una técnica de afrontar la realidad por parte de personas con ansiedad no tratada.
Jordan White, trabajador social clínico de Florida, Estados Unidos, especialista en la ansiedad en adultos, señala que “la ansiedad alimenta la procrastinación creando una respuesta de ‘huida’”.
“Alguien con ansiedad sentirá la necesidad de evitar el tema o la tarea porque completar o pensar en completar la tarea les crea una preocupación profunda, ya sea un pensamiento de que fallarían o de que no son lo suficientemente buenos”, agregó.
Es por esto que muchas personas terminan acumulando una tarea tras otra, con el fin de ocupar el tiempo en algo nuevo y no terminar las responsabilidades que muchas veces tienen una fecha límite.
¿Cómo enfrentar la ansiedad y procrastinación en el trabajo?
Pero no todo está perdido, ya que hay formas de manejar la ansiedad y evitar la procrastinación en el trabajo y, lo más importante, cumplir con las tareas correspondientes.
En este sentido, tanto White como Raineri entregaron una serie de recomendaciones para enfrentar la ansiedad y poder avanzar en el trabajo. Estas son:
– Crear un horario para la semana: planificar los días y horarios para no dejar espacios que nos permitan evitar las tareas.
– Tomar un descanso para sentirse menos desalentado: White enfatizó en que para muchos alejarse de la tarea y luego volver más descansado, permite intentar algo de una forma diferente.
– Hacer primero la tarea difícil: el especialista añade que otra forma de evitar la procrastinación, es haciendo primero la tarea más difícil.
– Sé amable contigo mismo: no es necesario castigarse por la procrastinación, dijo Raineri, quien sugirió que es mejor hacer una introspección y hablar consigo mismo y reconocer lo que es difícil.
– Pedir ayuda: finalmente, y como en todo caso que tenga que ver con salud mental, pedir ayuda profesional en caso de ser necesario.