VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

La adolescencia es una etapa de intensa reestructuración emocional y cerebral, donde las emociones se vuelven más complejas y matizadas, influenciadas por cambios hormonales y sociales. A pesar de los momentos de ansiedad y estrés, los jóvenes experimentan una amplia gama de emociones, aprendiendo a regularlas y entenderlas en el contexto de su identidad en formación. Es crucial para los padres mantener una comunicación abierta, fomentar la educación emocional, enseñar estrategias de regulación emocional y brindar validación emocional a los adolescentes.

Desarrollado por BioBioChile

Conforme crecemos, y tal como vimos en la primera película de IntensaMente (Inside Out), nuestras emociones y experiencias evolucionan de manera compleja y matizada, pero en la segunda entrega, damos un paso más y vemos cómo durante la adolescencia experimentamos una intensa reestructuración emocional y cerebral que puede influir en cómo percibimos la alegría.

En BioBioChile consultamos con el psicólogo clínico Julio César Carrasco, del Instituto Kintsugi, quien explicó que, si bien es cierto que los adolescentes pueden enfrentar momentos de intensidad emocional debido a cambios hormonales y sociales, no necesariamente experimentan menos alegría.

Más bien, la aparición de nuevas emociones como la melancolía o la nostalgia (o como la ansiedad, la vergüenza, el tedio y la envidia complejizan su percepción.

Investigaciones en neurociencia como las de Sarah-Jayne Blakemore, explica el psicoterapeuta, “han demostrado que el cerebro adolescente atraviesa una fase de reestructuración significativa, particularmente en la corteza prefrontal, que es clave para la regulación emocional y la toma de decisiones. Aunque pueden experimentar menos alegría en algunos momentos debido a la presión social, académica y la búsqueda de identidad, también experimentan emociones más complejas y matizadas”, como se ve en IntensaMente.

Esto no solo significa que los jóvenes pueden sentir una gama más amplia de emociones, sino que también están aprendiendo a regularlas y entenderlas en el contexto de su identidad en formación.

“La confusión de roles y la exploración de la propia identidad pueden generar estrés y ansiedad en los adolescentes mientras intentan descubrir quiénes son y cuál es su lugar en el mundo”, explica Carrasco.

En base a esto, el especialista explica cómo abordar esta situación desde la paternidad:

¿Cómo se puede ayudar o apoyar a un hijo con la aparición de nuevas emociones?

Comunicación abierta: Fomentar un diálogo sincero sobre emociones es crucial. Según Daniel Siegel (psiquiatra norteamericano especialista en adolescencia), la comunicación abierta y sin juicio ayuda a los adolescentes a sentirse comprendidos y validados, lo que puede reducir la ansiedad y aumentar la capacidad de autorreflexión.

Educación emocional: Enseñar a los adolescentes a identificar y etiquetar sus emociones es esencial. La educación emocional, promovida por autores como John Gottman (psicólogo especialista en parejas), explica que: reconocer y nombrar las emociones ayuda a los jóvenes a manejarlas de manera más efectiva.

Estrategias de regulación emocional: Desarrollar habilidades para manejar emociones intensas, como la respiración profunda, la meditación o técnicas de mindfulness, puede ser muy beneficioso. La práctica de mindfulness, respaldada por investigaciones ha demostrado ser efectiva en la regulación emocional.

Validación emocional: Es vital validar las emociones de los adolescentes. La validación emocional implica reconocer y aceptar las emociones del joven sin juzgarlas. Esto ayuda a los adolescentes a sentirse comprendidos y a manejar sus emociones de manera más efectiva.

¿En qué se pueden apoyar los padres? Amigos, cercanos, actividades, etc.

Apoyo social: La red de apoyo social es fundamental para el bienestar emocional. Las relaciones positivas con amigos y familiares ayudan a los adolescentes a procesar y comprender sus emociones.

Participación en actividades: Involucrar a los jóvenes en actividades extracurriculares, deportes o arte les proporciona una salida saludable para expresar sus emociones y desarrollar habilidades sociales. Actividades como estas pueden fomentar la resiliencia y ofrecer un sentido de pertenencia y logro.

Modelado de comportamiento: Los padres deben ser modelos de regulación emocional y comunicación efectiva. Según Albert Bandura y su teoría del aprendizaje social, los jóvenes aprenden observando y emulando el comportamiento de sus padres. Mostrar cómo manejar el estrés y las emociones de manera saludable es fundamental.

¿Por qué es importante explicarle a los hijos que sentirán distintas emociones?

Explicar a los hijos que sentirán distintas emociones es crucial para su desarrollo emocional. La comprensión de que las emociones cambian y son normales puede reducir la ansiedad y la confusión. Al hablar sobre esto, los padres validan las experiencias emocionales de sus hijos y les ayudan a construir una base sólida para su bienestar emocional. La validación emocional, un concepto esencial para que los adolescentes se sientan comprendidos y apoyados.

Entender y aceptar la fluctuación emocional es parte del desarrollo de una identidad coherente. Ayudar a los adolescentes a comprender que sus emociones son una parte normal del crecimiento puede facilitar su transición hacia la adultez y promover una autoimagen positiva.