En nuestra dependencia a los teléfonos, que ahora son aparentemente esenciales, todo el mundo experimenta cierto grado de apego. Sin embargo, para ciertas personas, la ausencia de sus celulares o la pérdida de acceso a Internet puede aumentar la ansiedad más allá de lo que se considera normal, lo que llevó a la aparición de una nueva condición conocida como “nomofobia”.
El término “nomofobia”, acuñado en 2008 y derivado de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”, describe el miedo irracional a estar sin un teléfono celular durante ciertos periodos. Desde entonces, esta condición se ha vuelto más común a medida que nuestra dependencia, o incluso adicción, a estos pequeños dispositivos ha aumentado.
Nomofobia: ¿Quiénes son más propensos a tenerla?
Recientemente, investigadoras rumanas, en un estudio publicado en la revista Journal of Psychology, sugieren que la nomofobia puede tener raíces más profundas en la personalidad, concretamente en los rasgos narcisistas.
Las investigadoras a cargo del estudio, Alexandra Maftei y Acnana-Maria Pătrăușanu de la Universidad Alexandru Ioan Cuza de Iași (Rumania), descubrieron que las personas con elevados niveles de narcisismo, que se define por un sentido tanto de autoengrandecimiento como de inseguridad, son más propensas a volverse adictas a sus teléfonos y a experimentar mayor ansiedad cuando no los tienen.
En el mundo de las diversas “aflicciones” emergentes del mundo digital, como el phubbing, que consiste en ignorar a las personas reales para mirar el teléfono, algunos podrían apresurarse a descartarlas. Entre otras cosas, porque la nomofobia –así como el phubbing– aún no se ha estudiado a fondo, por lo que el término aún no está plenamente reconocido. Aun así, se han realizado algunos estudios científicos sobre este fenómeno emergente.
Uno de estos estudios, realizado en el Reino Unido en 2019 y publicado en el Journal of Family Medicine and Primary Care, reveló que aproximadamente la mitad de los usuarios de teléfonos móviles experimentan cierto grado de ansiedad al perder su dispositivo, quedarse sin cobertura o saldo.
En 2018, otro estudio con casi 1.000 participantes estableció conexiones entre la nomofobia y la personalidad. Y otro estudio en 2017 destacó que el 60% de los estudiantes encuestados de primer año de una facultad de medicina en la ciudad de Pune, en la India, tenía una nomofobia de intensidad “moderada”, mientras que el 22,1% se autodescribía como “grave”.
Vínculo entre narcisismo y estrés
En cuanto al estudio más reciente en Rumania, se evaluaron 559 personas de 18 a 45 años. Los resultados indicaron que aquellos con puntuaciones más altas en narcisismo, según el Inventario de Personalidad Narcisista, también mostraron mayor propensión a la adicción al teléfono y a la nomofobia. Además, estos individuos con mayores niveles de adicción y nomofobia tendían a experimentar niveles más altos de estrés.
El estudio resaltó así el papel mediador de la adicción a las redes sociales y la nomofobia en la conexión entre el narcisismo y el estrés. En otras palabras, sugiriendo que individuos con altos niveles de narcisismo podrían estar más inclinados a desarrollar estas adicciones, contribuyendo así a un aumento del estrés.
Aunque la dependencia constante de las redes sociales es un factor estresante por sí mismo para quien lo use, especialmente para individuos narcisistas, según el estudio y otros similares, como una reciente investigación publicada en BMC Psychiatry, los adolescentes son identificados como los más afectados por la nomofobia.
Esto podría deberse a que han pasado la mayor parte de sus vidas en internet, moldeando sus identidades a través de las redes sociales. No obstante, hasta ahora, no se ha estudiado la relación entre narcisismo y adolescencia con respecto al uso de dispositivos móviles.
Síntomas de la nomofobia
Según recoge el medio británico The Guardian, los síntomas de la nomofobia, similares a los de la adicción y otros trastornos de ansiedad, incluyen: temblores, desorientación, taquicardia y cambios en la respiración.
Sin embargo, como cualquier otra afección, determinar con exactitud si alguien padece nomofobia no es tan sencillo. En ese sentido, la necesidad constante de tener el teléfono a la vista no es automáticamente un signo de nomofobia.
Aun así, si esta dependencia afecta a su vida diaria o se manifiestan síntomas más graves de ansiedad, puede ser útil y prudente buscar la orientación de un profesional de la salud.