El trastorno evitativo de la personalidad (o de personalidad por evitación) es menos conocido que el trastorno narcisista o el limítrofe, pero es más común de lo que se cree.
Así lo afirmó el terapeuta Anthony Smith, quien en una columna en Psychology Today, explicó que esta condición mental suele confundirse con la fobia social, el autismo y las personalidades esquizotípicas, pero es distinto.
De acuerdo al Manual MSD -algo así como la Biblia de los médicos- “las personas con trastorno de personalidad por evitación tienen intensos sentimientos de inadecuación y se adaptan en forma inapropiada, evitando situaciones en las que puedan ser evaluados negativamente”.
Estos pacientes “tratan de no interactuar con otras personas, incluso en el trabajo, porque tienen miedo de ser criticados o rechazados o que la gente los desapruebe”, explican en el manual MSD.
Asimismo, indican que pueden incluso rechazar un ascenso “porque temen que sus compañeros de trabajo los critiquen” o evitar reuniones y hacer nuevos amigos porque creen que no serán aceptados.
No es una simple “fobia social”
Smith, señala que se trata de una condición que tiende a ser “subdiagnosticada y subtratada”.
Aunque se le compara con la fobia social, el profesional explica que esta última se relaciona más con la ansiedad por el desempeño, mientras que el trastorno evitativo “es mucho más un estilo interactivo generalizado y la forma en que la persona siempre ha sido”.
En este contexto, explicó que estas personas “tienden a tener un mayor deterioro funcional que la fobia social, dado que el patrón de evitación es mucho mayor, y a menudo co-ocurre con otros trastornos de la personalidad, incluidos los dependientes y limítrofes, que son significativamente perjudiciales en sí mismos”.
Señales claves del trastorno evitativo de la personalidad
En este sentido, Anthony Smith indica que hay ciertas características claves del trastorno evitativo de la personalidad.
1. Quien lo padece tiene una fuerte creencia central negativa y específica sobre sí mismo
La evitación social en este trastorno “no se alimenta solo por el miedo a hacer o decir algo que podría generar vergüenza o escrutinio social, como cuando alguien es el centro de atención por alguna razón o siente que no encaja”, indicó el especialista.
El miedo está presente en estas personas, pero el comportamiento evitativo radica en una fuerte creencia central sobre sí mismo: “soy tan inepto, indeseable y estúpido que los demás no podrían querer asociarse conmigo o tomarme en serio. Mis características indeseables son incontenibles y fáciles de detectar, y por lo tanto, siempre seré visto como ‘menos que"”.
Esta autoevaluación negativa se traduce en una autoestima muy debilitada. “Este patrón no es algo que parezca desarrollarse como una fobia. Más bien, la persona ‘siempre ha sido así’ y, desde el principio, ha sido experimentada como inadaptada e inusualmente tímida”, expresó.
El MSD dice que estas personas “se consideran a sí mismas como socialmente ineptas, poco atractivas e inferiores a los demás” y por eso les cuesta tanto interactuar naturalmente con otros.
2. Buscan parejas que creen “inferiores” y se aferran a ellas
Si bien pueden tener unas pocas personas cercanas, pueden estar demandando constantemente que les refuercen su aprecio y que les confirmen que no son indeseables.
Y cuando están en pareja, dice Smith, “es posible que tengan una inclinación por sentirse atraídos por alguien con quien puedan sentirse superiores”. De hecho, suelen quejarse de las supuestas deficiencias de sus parejas.
No obstante, se aferran a sus parejas y dudan en terminar aunque no estén a gusto “porque a) confía en tener a alguien a quien devaluar, b) existe la suposición de que nunca volverá a encontrar a alguien, o al menos alguien que los aceptará y es un objetivo seguro según sea necesario, y c) también hay características de personalidad dependientes y limítrofes a la mano, las cuales tienen una inclinación por el apego”, explicó Smith.
3. Suelen tener fantasías muy idealizadas en términos de relaciones y logros de vida
Por otro lado, “es probable que alguien con trastorno evitativo tenga una vida de fantasía rica que involucre relaciones idealizadas y logros de vida para obtener algún sentido de gratificación”, indicó.
Algunos creen que si contaran con supuestas habilidades que otros tienen, su vida sería perfecta.
“Además, las fantasías probablemente implican resolver conflictos interpersonales. Muchos parecen proyectarse en una luz asertiva, o tal vez incluso heroica, para compensar sus déficits de la vida real. Theodore Millon (2011) señaló: ‘Pero las fantasías también resultan angustiosas a largo plazo porque señalan el contraste entre el deseo y la realidad objetiva"”, expresó Smith.
4. Extremadamente susceptibles a la crítica
Los pacientes con trastorno evitativo “asumen que la gente va a ser crítica y los va a desaprobar hasta que pasan rigurosas pruebas que demuestren lo contrario. Por lo tanto, antes de unirse a un grupo y formar una estrecha relación, los pacientes con este trastorno requieren garantías de apoyo y la aceptación sin críticas”, señala el manual MSD.
De hecho, son muy sensibles a los comentarios críticos, o a la más mínima desaprobación o burla, “porque constantemente piensan en ser criticados o rechazados por otros”.
“Están atentos a cualquier señal de una respuesta negativa a ellos. Su apariencia tensa, ansiosa puede provocar burlas o bromas, pareciendo así confirmar sus dudas sobre sí mismos”, expresan.
Por esto mismo, muchas veces evitan hablar para que no se burlen de ellos e incluso les preocupa ruborizarse o llorar, y que eso sea motivo de crítica.
5. Son muy reacios a asumir nuevos desafíos o riesgos
Estas personas también suelen ser muy reacias “a asumir riesgos personales o participar en nuevas actividades”, explicó el MSD.
“Tienden a exagerar los peligros y usan mínimos síntomas u otros problemas para explicar su evitación. Es posible que prefieran un estilo de vida limitado debido a su necesidad de seguridad y certeza”, añaden.
Depresión y otros problemas asociados al trastorno evitativo
El manual MSD explica que “la investigación sugiere que las experiencias de rechazo y marginación durante la infancia y los rasgos innatos de ansiedad social y evitación pueden contribuir al trastorno de personalidad por evitación”.
Quienes viven con esta condición además tienen mayor riesgo de sufrir depresión y caer en el abuso de sustancias.
Smith indicó que “es fácil ver cómo la evitación interpersonal, desde no tener relaciones y trabajos satisfactorios hasta la resolución de conflictos, puede ser deprimente. Algunos me han dicho: ‘Es como ver a todos los demás tener una vida"”.
En este sentido, pueden utilizar el alcohol y las drogas como una forma de calmar el estrés y facilitar la socialización.
La buena noticia -dice Smith- es que con tratamiento psiquiátrico y terapia psicológica se puede sobrellevar. Si te sentiste identificado con este artículo, acude a un especialista.