Este 10 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, por lo que expertos entregan recomendaciones de cómo identificar síntomas y qué hacer ante sospechas de suicidio.
En Chile, dos de cada diez personas tienen problemas de salud mental y cerca de 1.800 mueren por suicidio al año, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Cifras que preocupan por un tema que debe ser hablado, sobre todo este 10 de septiembre, cuando se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
De hecho, según datos del último Informe de Mortalidad por Suicidio del Ministerio de Salud, entre 2010 y 2019 se registró un total de 18.691 muertes por suicidio, esto se traduce en que 11,17% de cada cien mil habitantes fallece por esta causa. La mayor incidencia se registra en la región de Los Lagos, con un 16,06%.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) posicionó a Chile como el sexto país con la mayor tasa de suicidios en América Latina.
Todo esto son datos que llaman a estar alerta y enfatizan la importancia en conversar y tratar enfermedades de salud mental.
BioBioChile conversó sobre este tema con el psicólogo Master en Terapia EMDR, Julio César Carrasco, quien entregó señales a las que estar atento y cuáles son las principales herramientas para prevenir el suicidio:
El suicidio está asociado principalmente a problemas de salud mental, como por ejemplo la depresión. ¿Cuál cree que son los principales motivos detrás de un suicidio? Esto considerando que en muchos casos, ni las personas cercanas pensaban que una persona podría tomar una decisión así.
– El suicidio es un fenómeno complejo y multifactorial, que no se puede atribuir a una sola causa. Sin embargo, se ha encontrado que algunos factores de riesgo asociados al suicidio son: problemas de salud mental (como depresión, ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad, etc.), consumo de alcohol y otras drogas, aislamiento social, violencia familiar o de pareja, abuso sexual o físico, pérdidas afectivas o económicas, enfermedades crónicas o terminales, antecedentes familiares o personales de suicidio, acceso a medios letales, entre otros. Estos factores pueden generar un estado de desesperanza, desamparo, culpa, vergüenza, soledad o incomprensión en la persona que piensa en suicidarse. En muchos casos, las personas cercanas no se dan cuenta de las señales de alerta que puede mostrar una persona con ideas suicida, como cambios en el humor, el comportamiento o el rendimiento; expresiones de deseo de morir o de no tener sentido la vida; regalar sus pertenencias; despedirse de sus seres queridos; poner en orden sus asuntos.
¿Por qué cree que muchas personas dejan pasar mucho tiempo antes de pedir ayuda psicológica?
– Hay muchas razones por las que una persona puede demorar en pedir ayuda psicológica cuando la necesita. Algunas de ellas son: el estigma social asociado a los problemas de salud mental y al tratamiento psicológico; el miedo al rechazo, al juicio o a la discriminación por parte de los demás; la falta de conciencia o reconocimiento de su propio malestar o sufrimiento; la negación o minimización de su situación; la creencia de que puede resolver sus problemas por sí misma o con el apoyo de su entorno; la falta de confianza en los profesionales de la salud mental o en la efectividad de las terapias; las barreras económicas, geográficas o culturales para acceder a los servicios de salud mental.
¿Cómo una persona puede identificar o a qué signos debe estar atento, para darse cuenta que necesita ayuda psicológica?
– No hay una respuesta única para identificar cuándo una persona necesita ayuda psicológica, ya que cada persona es diferente y puede experimentar distintos síntomas o dificultades. Sin embargo, algunos indicadores generales que pueden sugerir la conveniencia de buscar ayuda profesional son: sentirse triste, ansioso, irritable o vacío durante un período prolongado de tiempo; tener problemas para dormir, comer, concentrarse o realizar las actividades cotidianas; tener pensamientos negativos recurrentes sobre uno mismo, los demás o el futuro; tener ideas o conductas suicidas o autolesivas; sentirse abrumado por el estrés, los conflictos o las emociones; tener dificultades para relacionarse con los demás o para expresar lo que siente; padecer algún tipo de adicción o dependencia; haber vivido algún evento traumático o estresante que afecte su bienestar.
En muchas casas, el suicidio no se habla, ya sea por conservadurismo o temor al tema ¿Cree que es algo que los padres deben abordar con sus hijos o hijas?
– El suicidio es un tema delicado y difícil de abordar para muchas familias. Sin embargo, se ha demostrado que hablar sobre el suicidio con los hijos e hijas puede ser una forma de prevenirlo y protegerlos. Algunas recomendaciones para hacerlo son: elegir un momento adecuado y un lugar tranquilo y seguro; usar un lenguaje claro y honesto; escuchar con atención y respeto lo que dicen y sienten; expresarles amor y apoyo incondicional; evitar juzgarlos o criticarlos por sus pensamientos o emociones; informarse sobre el tema y transmitirles información veraz y adecuada a su edad; ayudarlos a identificar y buscar recursos de ayuda si los necesitan; estar atentos a las señales de alerta y actuar con rapidez si se detectan.
Desde su rol de especialista ¿Cómo cree que se debe acercar a una persona que uno sospeche, podría cometer suicidio?
– Acercarse a una persona que se sospeche que podría cometer suicidio es una tarea compleja y delicada, que requiere de mucha sensibilidad y tacto. Algunas pautas para hacerlo son: mostrar interés y preocupación por su situación; escucharla con empatía y comprensión; validar sus sentimientos y reconocer su sufrimiento; preguntarle directamente si ha pensado en suicidarse o si tiene un plan para hacerlo; no minimizar ni negar su problema ni su intención suicida; no prometerle secreto ni dejarla sola; ofrecerle ayuda y acompañamiento para buscar soluciones alternativas; contactar con algún servicio de emergencia o de salud mental si se considera necesario.
¿Cuál o cuáles son las principales herramientas para prevenir el suicidio?
– La prevención del suicidio es una responsabilidad compartida entre los individuos, las familias, las comunidades y las instituciones. Algunas herramientas para prevenir el suicidio son: promover la salud mental y el bienestar desde la infancia; fomentar la educación y la sensibilización sobre el tema; reducir el estigma y la discriminación hacia las personas con problemas de salud mental o con ideación suicida; facilitar el acceso a los servicios de salud mental y a los tratamientos eficaces; fortalecer los factores protectores, como el apoyo social, la autoestima, la resiliencia, el sentido de la vida, etc.; disminuir los factores de riesgo, como el consumo de alcohol y otras drogas, la violencia, el aislamiento, etc.; restringir el acceso a los medios letales; implementar programas de prevención, detección e intervención temprana en los distintos ámbitos (educativo, laboral, sanitario, etc.); brindar apoyo y seguimiento a las personas que han intentado suicidarse o que han perdido a alguien por suicidio.
Alertas en adultos
La psiquiatra especialista en adultos de Medicop, Vania Krauskopf, explicó que “siempre se debe tomar en serio cualquier señal de advertencia de suicidios, no hay que minimizarlas y hay que buscar ayuda profesional cuando sea necesario”.
Entre los principales síntomas en adultos a los que se debe estar atento, explicó la psiquiatra, están relacionados a expresar pensamientos de querer morir, sentirse solos o una carga para otras personas, además de sentirse vacíos, desesperados y creer que no tiene motivos para seguir viviendo.
Krauskopf añadió que es imperativo que cuando se identifican algunos síntomas, se deben tomar medidas adecuadas, como por ejemplo pedir la ayuda de un profesional en salud mental.
En este sentido, la especialista señaló que la prevención del suicidio “requiere de un trabajo colectivo que involucra a la comunidad, familia, amigos y profesionales de la salud”.
Ojo, los niños también pueden tener pensamientos suicidas
Pero este tema no es algo que atañe solamente a los adultos, sino que abarca a todas las edades y etapas de la vida.
La psiquiatra infantojuvenil de Medicop, Viviana Herskovic, enfatizó que “cuando un niño o joven se aísla, deja de salir, evita a sus amigos y experimenta cambios en su bienestar como trastornos del sueño y pérdida de apetito, es motivo de inquietud”.
Una señal especialmente preocupante en jóvenes, detalló la psiquiatra, es cuando expresan pensamientos sobre la muerte, o morir.
Otro síntoma relevante es el aumento de las autolesiones, como por ejemplo en los brazos o piernas. La pérdida de un ser querido del círculo familiar o social del niño o joven, también puede ser un factor de riesgo que lleve a la persona a tener pensamientos suicidas.
El doctor Francisco Bustamante, psiquiatra de la Clínica Universidad de Los Andes y líder del programa Red para la Atención y Derivación de Adolescentes en Riesgo (RADAR), dijo que luego de la pandemia aumentaron considerablemente las consultas por intentos de suicidio, por un incremento de cuadros de ansiedad y depresión, además de descompensaciones de enfermedades psiquiátricas previas e incremento del consumo de alcohol y drogas.
El especialista también entregó algunas alertas, tanto para niños como adultos. Estas son:
– Baja en el rendimiento laboral o escolar
– Autoagresión en el caso de adolescentes
– Aislamiento social
– Cambios de humor
– Consumo de alcohol o drogas
– Deseos de hacerse daño o de morirse
– Alteración del sueño
¿Qué hacer ante una persona que tiene pensamientos suicidas?
Una de las principales dudas de las personas al identificar que tienen un cercano o cercana con pensamientos suicidas, es qué hacer frente a dicho escenario.
En este sentido, el doctor de la Clínica Las Condes entregó algunas recomendaciones:
– Preguntar directamente si tiene ideas suicidas y, en el caso de que así sea, recurrir en ayuda de especialistas
– Estar alerta principalmente frente a personas con trastornos psiquiátricos, y en particular a quienes padecen depresión, trastorno bipolar, alcoholismo y esquizofrenia
– Hacer seguimiento a quienes hayan tenido previamente ideas o intentos de suicidio
– Reducir el acceso a medios para suicidarse, como medicamentos, armas de fuego, etc.
– Buscar ayuda con algún especialista, manteniendo un tratamiento correcto y controles regulares
¿Cómo prevenir el suicidio?
La psicóloga de la Clínica Cordillera, María Jesús Navarrete, manifestó que el suicidio es un tema rodeado de estigmas, mitos y tabúes, y que muchas veces es silenciado por los mismos pacientes.
Es por lo anterior la importancia de “crear vínculos sociales seguros, generar conciencia no sólo en los que se sienten bajo esta amenaza, sino en todos quienes componen su círculo, porque esta situación afecta gravemente también a familias y comunidades”, dijo María Jesús Navarrete.
Respecto a cómo prevenir los suicidios, la profesional dijo que es importante realizar intervenciones oportunas e identificar a tiempo los factores de riesgo y protección.
“Es indispensable atender los efectos que generan ciertas catástrofes, situaciones límite, si hay o no antecedentes de suicidio”, enfatizó.
Por lo mismo, puntualizó en fortalecer las relaciones personales, incorporar prácticas de bienes positiva, mantener apoyo terapéutico, restringir acceso a medios letales y generar condiciones de acceso a la salud, para que sea oportunas.