Descansar, para algunos, puede producir estrés. Sí, como leíste. Aunque suene irónico, esta paradoja es real y tiene un nombre: stresslaxing.
Si alguna vez has sentido culpa por descansar y no estar haciendo nada, o te abruma la idea de salir de vacaciones y no saber qué hacer con tanto tiempo libre, podrías estar sufriendo este tipo de estrés.
El origen de la palabra proviene de la unión de dos palabras en inglés, estrés (stress) y relajación (laxing).
“Este no es diagnóstico clínico, sino un fenómeno. Es una forma en que se expresa el estrés que tiene que ver con dificultad de relajarse”, explica a BioBioChile Samuel Quiroz, psicólogo del Centro de Medicina Integrativa Alas de Colibrí y el Hospital de Tomé.
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La contradicción de estresarse por descansar
Según relata el psicólogo, este no es un fenómeno reciente, sino que surge en los albores de la revolución industrial con la instauración del trabajo, y se relaciona con las exigencias, la productividad y el individualismo imperante en el sistema social.
Y es que en la actualidad, abundan los libros, los podcast y los videos en redes sociales que entregan consejos para ser más productivos y llevar una vida “exitosa”.
Gabriela Aravena, psicóloga y creadora de Escuela Muladhara Danza y Bienestar, plantea que se puede analizar el estrés desde dos aristas, la biológica y la social.
Desde el punto de vista biológico, en el cotidiano, el cerebro busca ser productivo en un sistema de inercia para optimizar recursos. Este constantemente busca estabilidad, por lo tanto, cuando hay un cambio en la rutina, aparece el estrés.
“Cuando tú haces un paro en tu rutina, se produce estrés porque generas un cambio radical en el ambiente y tus maneras de funcionar. Entonces, si bien es un descanso, esto estresa al cerebro y se toma su tiempo para salir de ese estado (de productividad)”, explica Gabriela Aravena.
Desde el punto de vista social, existe el superyó. Esta función psicológica se asocia al deber ser, el cual se forma a través de los discursos dominantes en la sociedad, que premia, en este caso, la productividad.
Sin embargo, cuando llega el momento de descansar, surge la culpa. “El superyó empieza diálogos castigadores. Lo que hace es movilizarte a través de la culpa y el hecho de no estar siendo productivo la genera”, comenta Aravena.
¿Quiénes son más propensos a experimentar stresslaxing?
Este tipo de estrés que surge durante los momentos de relajo, ya sea después de las horas laborales, los fines de semana o durante las vacaciones, puede presentarse en cualquier persona.
Sin embargo, este fenómeno puede presentarse con mayores probabilidades en personas que poseen ciertas características o trastornos de base.
Bárbara Jünemann, psicóloga de Orienta Especialidades, en conversación con BioBioChile afirmó que quienes tienen cuadros ansiosos son más propensos a experimentar este estrés.
“Tengo que cumplir con mis obligaciones”, “Debo cuidar mi trabajo”, o “Tengo que cumplir con los diversos compromisos económicos que tengo”; son algunos de los pensamientos recurrentes en quienes les cuesta relajarse, según señala Samuel Quiroz.
También, ambos profesionales coinciden en que las personas más estructuradas, auto-exigentes, adictas al trabajo o que buscan la aprobación de otros podrían presentar stresslaxing.
Además, Quiroz agrega que el historial de la vida personal podría afectar a dejar de lado las responsabilidades. “Hay historias de vida que están muy marcadas por el deber ser o el deber cumplir, que se relacionan con la escasez, o alguien que le costó mucho salir adelante y que valora la oportunidad que tiene”, puntualiza el profesional.
Me estresa descansar: cómo manejar el stresslaxing
“Suena un poco difícil tener una receta para realmente descansar”, dice Samuel. Sin embargo, los especialistas entregan ciertos consejos para enfrentar esta situación y poder acercarse más al esperado descanso sin culpas.
1. Escucharse a sí mismo y ser flexible
Cuando se está inmerso en la rutina, el escuchar al cuerpo y las propias necesidades queda relegado a un segundo plano. Durante las vacaciones o el tiempo de descanso, es recomendable comenzar a escucharse.
“Es bueno ir reconociéndonos más allá de esta rutina y más allá de estos horarios”, explica el psicólogo Samuel Quiroz. La pregunta clave que señala el profesional: ¿Qué necesito para descansar?
2. Si te cuesta descansar, hay que entrenar
Bárbara Jünemann recomienda ir de a poco. “No enfrentarlo de golpe, irnos preparando para ese descanso con ejercicios”, aclara.
Algo así como un pequeño entrenamiento para el descanso. La profesional recomienda sesiones de ejercicio de mindfulness que te mantengan en el presente y, también, que sean de tu agrado.
3. Buscar actividades que te gusten
Estrechamente relacionando con el consejo anterior, si sientes que estás pasando por stresslaxing, debes buscar un pasatiempo de tu agrado.
“Todas las personas tienen hobbies, una vía de escape para encontrarse consigo mismo”, reflexiona la profesional.
Pero cuidado. A esas actividades hay que quitarle cualquier grado de exigencia. La psicóloga alerta que hay que poner atención cuando estas se vuelven un trabajo o se comienzan a externalizar para mostrar ese “descanso” a otros.
Samuel Quiroz recomienda actividades que te mantengan en el presente, como andar en bicicleta, hacer yoga o meditar. “Si estás viendo tele o una serie, tu mente se va para otra parte. Hay actividades que te conectan con todos tus sentidos”, comenta.
4. Distribuir nuestra energía
¿Dónde quiero invertir mi energía? Es una pregunta clave, según el psicólogo. En base a eso, hay que ir organizando el día y las actividades después del trabajo o los estudios.
En la misma línea de distribuir la energía, reevaluar proyectos es otro de los consejos que entrega el profesional. ¿Realmente esto aporta a mi descanso genuino?
5. Terapia
Si ya ves que los tiempos de descanso o tus vacaciones te producen una angustia o estrés que sientes que no puedes manejar, es importante asesorarte con un profesional.
“La salud no es solo la salud física, somos seres integrales. Si nos rompemos un pie no podemos ir a trabajar, lo mismo pasa con problemas emocionales”, recuerda Samuel Quiroz.
“No crean todo lo que dice su mente. La culpa es producto del aprendizaje y podemos reeducarnos para pensar en el descanso como parte indispensable del ser productivo, pues es necesario cuidar el cuerpo físico y mental, recomienda la psicóloga Gabriela Aravena.