Idealizar conversaciones con celebridades, seguir sus consejos o preocuparse por ellos sería beneficioso para la salud mental de acuerdo a expertos.

Celebrar los logros en los Grammy de Taylor Swift, alegrarse por el reconocimiento que ha recibido Pedro Pascal o entablar conversaciones imaginarias con David Beckham sobre fútbol, podría ser beneficioso para la salud mental, según expertos.

Así lo afirma Shira Gabriel, profesora de psicología en la Universidad de Buffalo, EE.UU, según recoge Insider. De acuerdo a la profesional, las relaciones parasociales incluso podrían ser saludables.

¿Cómo tener amistades imaginarias con celebridades puede ser saludable?

Según Sally Theran, profesora asociada de psicología en Wellesley College, las relaciones parasociales pueden ayudar a sentirse menos solo, pero recomienda que sean complementadas con amistades reales y físicamente cercanas.

Otro beneficio es que no requieren de gran esfuerzo y tienen menor riesgo de fallar o de sentirse decepcionado. Esto, pues con las amistades imaginarias se puede elegir cuando relacionarse o evitarlas cuando no hay ánimo de sociabilizar sin dañar los sentimientos del otro.

Las amistades imaginarias además pueden ayudar a sentirse más seguros de sí mismo y servir como fuente de inspiración. Sobre esto, Theran ejemplifica que si admiras a un artista como Taylor Swift, podrías tomar su lugar a la hora de tomar decisiones, por ejemplo: “¿Taylor Swift aceptaría este trabajo?”.

¿Qué es una relación parasocial?

Sin embargo, lo primero es identificar la diferencia entre una relación parasocial o el simple fanatismo.

Para ello, es necesario notar un factor: el nivel de involucración emocional. Fue en Chris Crocker hizo el mítico video de Live Britney Alone, durante el 2007, en plena crisis de la artista. En el registro la fanática pedía a gritos y entre llanto a los paparazzi que por favor dejaran a la cantante en paz.

Y este es de hecho el mejor ejemplo de relación parasocial aunque existen también otros signos. Leer noticias sobre ellos, apoyar que le sucedan cosas buenas, usar sus atributos positivos y copiarlos, imaginar conversaciones con ellos, sentir que te hacen compañía, escribirles una carta, preocuparte cuando no sabes novedades de ellos o incluso llorar cuando les ocurre algo malo.