La infidelidad podría ser patológica. La idea es informarse para superar una situación de dolor, como para evitar ser parte de una triada que solo desvaloriza psicológicamente, incluso, a los infieles.
Tantas canciones explicando el entuerto. Tantos famosos protagonizándolo. “¿Por qué me engañó?” es la interrogante que baila en la cabeza de los seres humanos que sufren una o más infidelidades. Pueden estar entre los más famosos del planeta, incluso.
Hasta el cansancio las redes sociales hablan de Shakira y Piqué. A ella, la describen como un ser triste que se lame las heridas en compañía de sus hijos (al menos esa es la teoría de los cibernautas) y a su expareja, como el hombre que no supo valorar a una gran mujer.
Entre amigos, que contienen a otro de su grupo que fue engañado por su pareja, también se barajan posibilidades al respecto. Las hay desde las más defensivas y recalcitrantes contra el hechor y en favor de su defendido. Otras, tratan de adivinar qué estuvo mal en ambos, para terminar en
un triángulo.
Sea cual sea la situación, bajo algunas teorías de los expertos en salud mental, no debe tomarse a la ligera o con análisis superficiales. En efecto, todo tiene un por qué y una de las respuestas apunta a una personalidad, que aunque muchos esconden bien puede estar detrás de uno o más engaños de su parte.
“¿Por qué me engaño?”: la pregunta del millón
Cómo olvidar cuando los medios de comunicación a nivel mundial, entre estos Page Six, difundieron la noticia de la infidelidad cometida por el actor británico Hugh Grant.
Fue captado teniendo relaciones con una trabajadora de sexo, en su auto. Fue el principio del fin de su relación con la también actriz Elizabeth Hurley, quien seguramente se preguntó: “¿Por qué me engañó?”.
Los ejemplos son variados desde un mundo donde se supone que la fama y la belleza son escudos protectores de toda relación.
Beyonce es una de las que no estaría de acuerdo con la idea anterior, recordando que su esposo, el rapero Jay Z también le fue infiel. En este caso, la exitosa cantante le dio una segunda oportunidad.
Lo que está detrás de este entramado de deslealtades a todo nivel fue abordado desde aspectos conductuales, bajo la mirada de dos profesionales de la salud citadas por el medio español El País.
“En psicología no existe esa etiqueta como tal (un infiel serial), pero sí hay rasgos de personalidad que hacen que determinadas personas sean propensas a ser infieles en sus relaciones”, aseguró la terapeuta Ainhoa Plata.
Elizabeth Hurley and Hugh Grant in the 1990s
© Time & Life Pictures pic.twitter.com/hgsBFSIgBt
— Vogue France (@VogueFrance) April 25, 2021
¿Un trastorno de personalidad (podría estar) a la base de una infidelidad
Antes de entrar de lleno con la explicación desde la Psicología, es importante recalcar que por ahora se trata de una teoría. De una posibilidad en investigación.
Las conductas humanas son tan variadas como las personalidades de sus ejecutores. Tendría que conocerse, para un diagnóstico, su historial o ambiente (con desarrollo temprano), además de lo constitucional (su genética y/o herencia de la misma).
Siguiendo con la teoría de las fuentes citadas, el infiel por naturaleza podría hacerlo bajo la siguiente premisa:
“Lo más probable es que estemos ante un trastorno narcisista de la personalidad. Las personas narcisistas necesitan utilizar a los demás para sentirse queridos y admirados. Les gustan los retos y demostrarse a sí mismos continuamente que están por encima de los demás. Por esto, les encanta vivir la pasión del enamoramiento (se sienten más admirados y valorados que en una relación larga)”, sostiene la doctora Plata.
Por lo anterior, es que sus relaciones tienden a ser efímeras y dejan al otro preguntándose: “¿Por qué me engañó?”.
Con el paso del tiempo, estos sienten que han perdido el encanto ante la persona a la que conquistaron con su personalidad.
“Al narcisista no le satisface una relación de pareja estable y duradera, pues con el tiempo la pareja va obteniendo su independencia y deja de idolatrarlo. Las infidelidades sacian las necesidades del narcisista: el reto de no ser descubierto, las emociones fuertes, el sentirse deseado, sentir que domina la situación, etcétera”.
“¿Por qué me engañó?”: una posible personalidad histriónica
La psicóloga Inés Bárcenas, agrega un ingrediente a la teoría que sustenta una infidelidad: un Trastorno de la personalidad histriónica.
Quienes lo tienen, otorgan suma importancia a ser sexualmente atractivos o atractivas y al atractivo físico.
“Quizá nunca lleguen a consumar el acto de la infidelidad, pero les gusta gustar y flirtear. Son incapaces de mantener una relación de amistad con alguien del sexo opuesto”.
Cuando el apego, a partir de sus principales figuras, no fue continente en la vida de un niño, siendo adulto vivirá las consecuencias.
“Suele ocurrir que estas personas han aprendido en su infancia que el amor es algo invasivo, que la intimidad es algo dañino, agobiante. Esto provoca que en sus relaciones adultas, cuando las cosas se ponen serias y su pareja les invita a tener un compromiso más firme, se rebelen contra ello desarrollando estas conductas como respuesta a esa supuesta ‘intrusión’”.
Palabras como “Necesito mi espacio” o el típico “No eres tú, soy yo”, tratan de explicarlo y se vuelve incomprensible a quienes sufrieron una infidelidad por su parte.
Por otra parte, ser infiel también puede estar a la base de una probable baja autoestima.
Cuando una persona se pregunta, en medio de su dolor: “¿Por qué me engañó?”, baraja entre sus teorías a una contraparte maligna que planificó todo para hacerle daño.
Existe, no obstante, la posibilidad de que, quien le fue desleal, tenga motivos alojados en el inconsciente, los cuales no le permiten darse cuenta de lo desvalorado que se siente.
“El serial cheater (infiel reiterado) busca validarse a través de sentirse atractivo para los demás. Son personas que han sido valoradas por su entorno según lo guapos o guapas que eran o lo carismáticos, nunca de una forma incondicional”, según Barcenas.
Las justificaciones en terapia de por qué se es infiel
A la hora de justificarse, los infieles pasan por una gama de explicaciones, según Ainhoa Plata.
“’Los humanos somos infieles por naturaleza, pero que no estamos preparados para entenderlo y por eso es necesario ocultarlo’, a que no cuentan la verdad por altruismo, para no destrozar a su pareja, para que sus hijos no sufran un conflicto familiar, etcétera. Vamos, que ya se sacrifican ellos viviendo la mentira para ser el héroe de la familia”, sostiene.
Otros, aseguran que la culpa de la otra a la que consideraron su media mitad en algún momento y hoy se encuentra desolada, preguntándose “¿Por qué me engañó?”.
“Muchas veces crean una versión de la realidad en la que la infidelidad es casi culpa de la pareja”, según Inés Bárcenas.
El trastorno narcisista, también sale a flote: “’¡No puedo evitarlo… Es que soy tan atractivo o atractiva que los demás se pegan a mí’”.
Plata, agrega: “Resultan sorprendentes también las justificaciones tan absurdas que puedes llegar a escuchar en consulta de personas con un largo historial de infidelidades”.
“¿Por qué me engañó?”: probablemente porque necesita ayuda para cambiar
Para generar un cambio, una vez aceptada y en proceso de superación de la infidelidad de una pareja, o alguien que lo fue, es necesario comprender que probablemente esta persona necesita ayuda. Alguien que se lo haga ver, es vital, como el haberse despojado del rencor. Total, es en favor de la persona con quien se compartieron buenos momentos.
Más allá de juzgarlos, las terapeutas citadas por El País, establecen algunas línea de acción que vale la pena ser exploradas a fondo por quienes necesiten hacerlo.
“De hecho, uno de los trabajos más importantes en terapia es ayudar a la persona a entender y a integrar el efecto que sus conductas tienen en los demás. De todos modos, no todas las personas infieles en algún momento tienen trastornos de la personalidad o problemas mentales. Si las infidelidades son puntuales, seguramente tienen que ver con otros problemas de la pareja”, concluye Bárcenas.
Escapar a la realidad, al estrés y a otras dificultades que pone la vida, puede ser otra explicación a la pregunta “¿Por qué me engañó?”.
La pandemia, por ejemplo, nos dejó un saldo negativo que aún estamos pagando en muchos sentidos y que nos falta por saldar.
“Tras la pandemia las consultas de psicología están desbordadas de trabajo. Son muchos y diversos los motivos de consulta, pero sin duda entre los más comunes están los conflictos de pareja”, aseguró la doctora Ainhoa Plata. Sin embargo, con ayuda de la terapia, no todo fue pérdida, indicando que hubo duplas que superaron sus crisis, provocadas por el encierro obligado.
“Creo que la pandemia, ha tenido un efecto catalizador tanto de lo bueno como de lo malo”, sentencia su colega, Inés Barcena.