El trastorno de ansiedad es una afección relacionada con la salud mental, por lo que puede ser difícil de identificar. Sin embargo, puede producir ciertas señales que la persona que los sufre no los note.
De acuerdo a la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, Ximena González, la ansiedad es un sistema de alerta que funciona de manera similar a “una baliza que te está diciendo todo el tiempo, que tienes temor o que corres peligro”, describe la profesional.
Este sistema de alerta, explica la especialista, “hace que estés hiper vigilante, o sea que se amplifiquen absolutamente todos tus sentidos”.
A esto se suman el funcionamiento de neurotransmisores a niveles anormales, como lo son el cortisol y la noradrenalina, esta última se libera cuando hay estrés o presión arterial baja, explica el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU.
¿Qué produce los movimientos involuntarios?
De acuerdo al psicólogo de Clínica Santa María, Juan Pablo Westphal, los movimientos involuntarios provocados por la ansiedad son producidos como una respuesta inconsciente que “busca calmar un estado de alerta”.
Esto ya que una persona ansiosa “tiende a ser más activa y tener más energía, ya que hay mucho temor” a elementos externos que producen la ansiedad.
Según González, estos comportamientos también pueden ser producidos por afecciones relacionadas. “La ansiedad es como una mama con muchos hijos y de un trastorno ansioso se desprenden millones de otros trastornos”, afirmó.
Por lo tanto, de ellos también se pueden desprender “descontroles de impulsos” como lo puede ser el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
De esta manera aparecen los tics o movimientos involuntarios, los cuales trabajan como reguladores ansiógenos, es decir, regulan o calman la ansiedad.
Al mismo tiempo, según la profesional, estos comportamientos también pueden servir para “bajar los niveles de oxígeno. Cada vez que se realiza el movimiento, me hace ajeno” a la situación que produce estrés.
Movimientos involuntarios producidos por la ansiedad
De acuerdo a la psicóloga, algunos movimientos involuntarios de los que no se tiene consciencia o que son difíciles de captar son: comerse o morderse las uñas, quitarse los “cueritos” de las cutículas con los dientes, mover la pierna, hacer sonidos o muecas con la boca, tocarse el pelo o la cara y rascarse.
A estos se suman la rigidez del tronco, la cual suele notarse cuando la persona encoge los hombros provocando tensión muscular y más tarde contracturas.
La profesional detalla que la ansiedad puede afectar dimensiones más grandes y notorias del comportamiento del paciente, tales como la dieta y la vida sexual.
La primera puede verse reflejada en conductas relacionadas a la bulimia y la anorexia nerviosa. Las segundas pueden detonar en disfunción eréctil y eyaculación precoz, sin embargo, estas no componen comportamientos inconscientes.