La sensación de soledad es una realidad para muchas personas, la que fue en aumento durante la pandemia. El confinamiento hizo que cerráramos las puertas de nuestros hogares a familiares y amigos, relacionándonos sólo a través de pantallas.

Sin embargo, un nueva investigación asocia este sentimiento de soledad, con el desarrollo temprano de la enfermedad de Alzheimer o algún tipo de demencia.

Según el estudio, publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia, el riesgo de demencia aumentó un 91% en aquellos que informaron sentimientos de soledad que persistieron en dos exámenes de salud separados tomados con algunos años de diferencia en la mediana edad (de 45 a 64 años).

La Dra. Wendy Qiu, profesora de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y quien encabeza esta investigación, dijo al sitio especializado IntraMed que puede que las personas que son capaces de recuperarse de la ‘soledad’, sean más resilientes psicológicamente y puedan responder mejor a los cambios cerebrales relacionados con la edad.

“Algunas personas, cuando se sienten solas, pueden hacer cosas como hacer más ejercicio o salir socialmente. Hacen algo al respecto, ya que tienen sus familias y amigos que vienen de visita, lo que los ayuda a sobrellevarlo”, explicó la especialista.

Para la investigadora, estos hallazgos aumentan la esperanza de que si las personas de mediana edad y las personas mayores superan los sentimientos de soledad y aislamiento social experimentados durante la pandemia de covid-19, la salud de su cerebro no sufrirá efectos duraderos.

Para el estudio, el equipo de Qiu se basó en datos del Framingham Heart Study, un famoso estudio multigeneracional financiado con fondos federales de personas en la ciudad de Framingham, Massachusetts.

Los participantes recibieron evaluaciones de salud periódicas, incluidas algunas preguntas dirigidas a problemas psicológicos y enfermedades cerebrales como la demencia y el Alzheimer.

Los investigadores compararon las respuestas a las preguntas sobre la soledad durante los exámenes entre 1995 y 1998, y nuevamente durante la próxima ola de exámenes entre 1998 y 2001.

Se consideró que las personas se sentían constantemente solas si expresaban sentimientos de soledad en ambas ocasiones, y transitoriamente solas si se sentían así durante el primer examen pero no el segundo.

Luego, se siguió a los participantes durante 18 años o más para ver si desarrollaban demencia o Alzheimer. Según los expertos, hay algunas posibles explicaciones del vínculo entre la soledad y el deterioro del cerebro.

Las personas que se sienten solas persistentemente, pueden sufrir una falta de estimulación mental que proviene de menos interacciones sociales y menos compromiso con el mundo que las rodea. Pero también podría funcionar al revés. Las personas que están siendo víctimas de la demencia pueden comenzar a reducir sus actividades de una manera que los lleve a la soledad.

Además de correr el riesgo de desarrollar demencia, la soledad persistente también puede provocar depresión, ansiedad u otras condiciones de salud mental más graves que puede afectar negativamente la calidad de vida y el funcionamiento general de una persona.

Ser resiliente

El concepto ‘resiliencia’ se ha extendido, pero brevemente explicado, es la capacidad que posee el ser humano para adaptarse y superar los traumas y dificultades. Este concepto no equivale a vivir constantemente en modo positivo, huyendo de la realidad y no prestando atención a los problemas reales.

La verdadera resiliencia procede de un análisis interior y de una capacidad de aprendizaje y superación del pasado. Precisamente, el trabajo que realizamos en terapia es el de conectar con el pasado para aprender de él y sanar lo que sea necesario, según explica el sitio Cuerpo y Mente.

Las personas que han sufrido malos tratos graves en su infancia, por ejemplo, tienen un rechazo general a recordar sus historias. Sin embargo, si no las trabajan y se liberan, corren el riesgo de vivir toda su vida atrapados en su pasado.

Por esta razón, es importante consultar a un especialista y así poder tratar lo que esté causando en las personas un aislamiento, llevando a desencadenar la sensación de soledad y abandono, que es perjudicial para salud mental y física de las personas.