Los conocidos como “bajones” emocionales son una sensación de crisis que afecta a las personas y llega como consecuencia a la exposición ante situaciones de estrés, especialmente si se trata de problemas que no se pueden manejar.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el decaimiento, desgano y falta de energía. Se trata de “un estado de irritabilidad, falta de motivación y sensación de estar desencajada o desencajado de nuestra propia vida”, define Paula Hormazábal, psicóloga clínica especialista en psicoterapia femenina y temáticas de género.
¿En qué se diferencia un “bajón” emocional de una depresión?
Según la psicóloga, un “bajón” emocional se diferencia de la depresión según la duración del problema. Si se trata de una reacción ante un momento o etapa específica de la vida por algún factor que altera los planes, se trata de un “bajón” emocional.
Por el contrario, la depresión es una patología crónica y surge por factores orgánicos, sociales o psicoemocionales, según la especialista. Para esta condición se necesita psicoterapia y apoyo farmacológico, considerando que las alteraciones en el estado anímico de la persona no son originados en un momento, sino que se mantienen en el tiempo.
De acuerdo con La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos la depresión “es una enfermedad clínica severa. Es más que sentirse ‘triste’ por algunos días”.
Según el sitio se debe considerar que este trastorno cerebral puede afectar a las personas en cualquier edad y muestra síntomas como sentirse vacío, pérdida de interés en actividades favoritas, aumento o pérdida del apetito, problemas relacionados con el sueño, sentirse cansado, sufrir dolores de cabeza e incluso tener ideas sobre el suicidio o la muerte.
¿Cómo identificar un “bajón” emocional?
La experta asegura que es fundamental estar al pendiente de los indicadores físicos que manifiesta el cuerpo, como la pérdida de apetito, o por el contrario, ataques de ansiedad, insomnio, constante estado de fatiga y falta de concentración.
Pasando al plano emocional es crucial notar si hay signos de una sensación de incapacidad, abatimiento, sentirse insuficiente o incapaz de afrontar incluso tareas cotidianas.
“El ‘bajón’ emocional supone un desajuste por tanto se puede sentir como estado de ánimo en el cual todas las emociones se encuentran exacerbadas, lo que provoca alteraciones en la capacidad que tenemos para gestionarlas y poder responder de manera asertiva frente a las situaciones cotidianas”, detalla la psicóloga.
Consejos para afrontarlo
La especialista recomienda aprender a observarse sin juzgar lo que se está sintiendo, a través de la comprensión.
El primer paso es la autoobservación: es necesario dedicar unos minutos para observar las sensaciones corporales y pensamientos. Esto ayudará a ordenarlos y dar un espacio de autocontención.
Paso dos, la autorregulación: es el momento donde se separan las cosas que pueden ser solucionadas de inmediato de las que escapan de nuestras manos.
Finalmente, el entendimiento: el tercer paso es comprender que las crisis son necesarias para el crecimiento personal, aclara la especialista. “Atender al presente sin enjuiciarlo, ayuda a poder activar las herramientas que creíamos dormidas y que sólo se activan en momentos de crisis“, destaca.