El año pasado todo era distinto. No había covid-19 circulando -o al menos no de la forma en que lo hace ahora-. La Navidad, para muchos, fue una fiesta familiar en la que no había una crisis sanitaria de por medio. Esta vez es diferente: habrá mascarillas, distanciamiento físico y aforos máximos. Por lo demás, muchas familias extrañarán a uno de los suyos que partió por causa del nuevo coronavirus. ¿Se puede desear una “Feliz Navidad” en este contexto?

No queda nada. Este jueves es Nochebuena, día en que, según la tradición cristiana, nació Jesucristo. La Biblia, el libro sagrado de los creyentes, relata que es el hijo de Dios que vino a salvar al mundo de los pecados. A lo largo de la historia, la narración transformó el nacimiento en una celebración en la que gran parte del mundo se entrega presentes.

En un año difícil, en el que de acuerdo con el conteo de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos han habido más de 1,7 millones de decesos por causa del virus y 78,1 millones de contagios, la fiesta se ha vuelto un momento particular.

El psicólogo sanitario español Buenaventura del Charco explicó al portal ABC que las personas viven esta celebración de acuerdo a su realidad, con sus propias experiencias. El resultado, por tanto, puede ser muy bueno o muy malo en lo emocional.

“Es importante recordar que quizás para todo el mundo no es ‘Feliz Navidad’, sino ‘Navidad’ a secas. Quizás el mejor regalo estas fiestas, con todo lo que está cayendo con la pandemia, sea ser empático y permitirle al otro vivirlas como desee: celebrándolas, estando triste o sin ganas de nada“, aconsejó.

Y es que, según agregó, “la soledad no deseada” afecta aún más en tiempos en que la gente suele reunirse, situación que se ve acrecentada por las restricciones que ha impuesto la autoridad sanitaria.

En una conversación anterior con BioBioChile, la psicóloga Bárbara Azócar, encargada de la Oficina de Apoyo de la Universidad del Desarrollo, expuso que con la crisis sanitaria y económica encima, es evidente que muchas familias no podrán acceder a lo que acostumbraban durante la celebración.

Pero “no por eso vamos a dejar de lado lo que para nosotros es importante, y la Navidad, para una gran cantidad de personas, es una fecha con mucho simbolismos, llena de sentimientos hacia el amor y la familia”, dijo.

En ese sentido, recomendó que, como cierre de año, se piense “en qué fue lo que nos trajo, qué aprendimos y con qué nos quedamos“. “No siempre tiene que ser negativo. Hemos aprendido un montón de cosas, como querernos en la distancia, acompañarnos a pesar de no estar físicamente”, cerró.