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Una adolescente de 17 años en Nevada, EE.UU, fue diagnosticada con pulmón de "palomitas de maíz" debido al consumo de vaporizadores, conocidos como cigarrillos electrónicos. Brianne Cullen comenzó a usar vapers a los 14 años y presentó graves problemas respiratorios. El diacetilo, presente en los saborizantes de los vapers, daña los cilios de las vías respiratorias, y está vinculado al pulmón de palomitas de maíz, por el uso de cigarrillos electrónicos.
Una adolescente de 17 años, en Nevada, EE.UU, le diagnosticaron pulmón de “palomitas de maíz”, esto tras presentar problemas respiratorios originados al consumo de vaporizadores.
La joven, llamada Brianne Cullen, comenzó a usar en “secreto” los vapers cuando solo tenía 14 años. Su madre relata al medio estadunidense Daily Mail, que su hija la llamó preocupada porque no podía respirar.

“No esperaba la noticia, los médicos me dijeron que se recuperaría, puesto que, se detectó a tiempo. La enfermedad del pulmón de palomitas es irreversible”, indicó el medio. El caso de Brianne no es el único, Kyla Blight, una joven británica, perdió, en 2024, parte de su pulmón por vapear de manera excesiva.
Por qué “palomitas de maíz” y cuáles son los riesgos de consumir vaporizadores
Corría el año 2000 cuando ocho personas, que trabajaron siete años en una planta productora de palomitas de maíz para microondas, fueron reportadas al Departamento de Salud de Missouri por presentar bronquitis obliterante.
Los análisis arrojaron que los niveles de diacetilo, compuesto químico que se utiliza como saborizante, estaban altos, es decir, 800 veces más que aquellos trabajadores que desempeñaban sus funciones fuera de la sala de mezcla, lo que desencadenó, al inhalar el químico, una bronquiolitis obliterante.
El pulmón de palomitas de maíz es una cicatriz de los alvéolos pulmonares que provoca engrosamiento y obstrucción en las vías respiratorias, y más allá de su origen, la patología estaría vinculada, también, al consumo de cigarros electrónicos.

Así quedó demostrado en una investigación de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, que explica la vital función de los cilios, protuberancias- similares a unas antenas- que están presentes en el 75% de las células que recubren las vías respiratorias, las cuales limpian la mucosidad y suciedad de estas.
Las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas o el asma, están vinculadas al deterioro de la función ciliar. Y te preguntarás ¿qué tiene que ver todo esto con los vapers? Bastante, sí, porque el estudio de los académicos de Harvard, Quan Lu y Joseph Allen, demostró que existen sustancias químicas “aromatizantes”, principalmente diacetilo y 2,3 pentanodiona en más del 90% de los cigarros electrónicos analizados.
Aromatizantes, una de las causas
Un factor en común entre los ocho trabajadores de la planta industrial, y la joven Brianne Cullen, es que ambos inhalaron diacetilo, y con el tiempo presentaron problemas pulmonares.
“Aunque algunos fabricantes de cigarrillos electrónicos afirman no usar diacetilo ni 2,3-pentanodiona, surge una pregunta importante: ¿qué sustancias químicas utilizan entonces para dar sabor? Además, los trabajadores reciben advertencias sobre los peligros de inhalar sustancias saborizantes. ¿Por qué los usuarios de cigarrillos electrónicos no reciben las mismas advertencias?”, afirmó el facultativo Joseph G. Allen en el informe.