VER RESUMEN

Una nueva droga, incluso más letal que el fentanilo, se está tomando las calles de diversas ciudades de Estados Unidos, provocando alerta en la población y las autoridades.

Se trata de la xilazina, también conocida como “tranq”. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos, detalla que la xilazina, o xilacina, “es un tranquilizante veterinario que se ha encontrado en algunos suministros de drogas ilícitas. Las personas suelen consumir xilacina sin saberlo cuando se añade a otras drogas, la más frecuente siendo el fentanilo”.

Pero otro efecto igual de preocupante por el consumo de esta droga, es que provoca heridas e incluso puede la amputación de extremidades, consigna Axios Portland.

Tran, al alza nueva droga más letal que el Fentanilo: adictos sufren amputaciones y no hay antídoto
News Sky

“Bastaría con que un solo lote de fentanilo contuviera cantidades significativas de xilazina para causar un verdadero desastre de salud pública”, dijo al medio John MclIveen, autoridad de Gobierno en el tratamiento de opioides.

Y es que Portland ya vivió en 2024 una emergencia de 90 días por fentanilo, motivo por el cual las autoridades locales se están preparando para la posibilidad de que esta nueva droga se convierta en un problema aún mayor.

De momento, añadió MclIveen, no se ha extendido por todo Oregon, a diferencia de otras ciudades como Filadelfia. Según datos gubernamentales a los que accedió Axios, el número de muertos por sobredosis de xilazina es bajo, menos de una docena al año, sin embargo, se ha detectado un leve aumento desde 2020.

Tranq

Los expertos enfatizan que a diferencia de otros opioides, en el caso de tranq no existe una solución farmacológica o terapia de reemplazo, como por ejemplo la metadona o buprenorfina.

Según un comunicado de La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), “Los signos y síntomas de toxicidad aguda por xilazina pueden incluir depresión del sistema nervioso central y respiratoria, hipotensión, bradicardia, hipotermia, miosis o niveles elevados de glucosa en sangre. Este cuadro tóxico puede parecerse al de los opioides, lo que dificulta distinguir entre una toxicidad por opioides y una por xilazina”.

Al igual que otras drogas, puede provocar dependencia y abstinencia. Además, añade la FDA, “La exposición repetida a la xilazina, por vía inyectada, se ha asociado con ulceraciones cutáneas graves y necróticas, que son claramente distintas a otras infecciones de tejidos blandos (como celulitis o abscesos), comúnmente vinculadas al consumo de drogas por inyección. Estas ulceraciones pueden desarrollarse en zonas del cuerpo alejadas del sitio de inyección”.