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El aumento de brotes de sarampión en varios países enciende alarmas, dado que la enfermedad estaba eliminada en las Américas, con casos reportados en Argentina, Canadá, Estados Unidos y México. EE. UU. registró 378 casos en 2025, con una niña fallecida. La OMS destaca que la vacuna ha prevenido millones de muertes y subraya la importancia de la vacunación. La baja cobertura vacunal aumenta riesgo de contagio. Chile ha mantenido programas de vacunación, erradicando el sarampión en 1993. Casos recientes asociados a reducción en la cobertura vacunal en países desarrollados.
El aumento de brotes de sarampión en varios países, ha prendido las alarmas debido a que la enfermedad estaba eliminada en las Américas.
Pero en últimos meses, se ha registrado múltiples casos en Argentina, Canadá, Estados Unidos y México.
Vale mencionar que el sarampión es una infección muy contagiosa que causa una erupción cutánea en el cuerpo y presenta síntomas similares a los de la gripe, que se caracteriza por causar tos, enrojecimiento de los ojos, fiebre y sarpullido.
A propósito de los casos activos, en Estados Unidos, registraron 378 casos entre el 1 de enero y el 20 de marzo de 2025, con personas contagiadas en 17 estados. Entre ellos, el caso de una menor de seis años, que murió el 26 de febrero pasado, debido a las complicaciones derivadas de la enfermedad.
De esta manera, en el oeste de Texas, el estado donde murió la niña, muchas personas argumentan que el sarampión no es menos grave que una gripe común.
El testimonio de una madre
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que la vacuna contra el sarampión previno 17.1 millones de muertes en el mundo entre los años 2000 y 2014.
Cabe mencionar que la vacuna para prevenir el sarampión, las paperas y la rubéola no cuesta más allá de mil pesos chilenos, pero lo cierto es que las críticas en torno a ellas no cesan.
Kaleigh Brantner, defendió en una entrevista con The Washington Post, que su hijo, de 7 años, no estuviera vacunado contra la enfermedad viral. “No vamos a hacerles daño a nuestros hijos ni [arriesgarnos] a tener la posibilidad de hacerles daño”, dijo, “para que podamos salvar a los suyos”.

Brantner, de 34 años, dijo que decidió no vacunar a su hijo, porque una vez un sobrino tuvo una reacción grave a la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina.
Es por ello, que se mudó de Nuevo México a Texas, porque allá es fácil solicitar una excepción a las vacunas obligatorias. “Una tos, secreción nasal, fiebre y sarpullido en un niño sano son leves, pero las reacciones adversas a la vacuna son graves”, comentó el 30 de enero en la publicación de Facebook.
Paxton, el hijo de Brantner, se recuperó del sarampión, según ella, después de que le diera alimentos orgánicos y aceite de hígado de bacalao, lo bañara con sales de magnesio y lo frotara con crema de sebo de res con lavanda.
El supuesto riesgo de vacunar a los niños
Si bien son distintas las razones que han permitido esta alza de casos, la doctora Vivian Luchsinger, académica del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, señala que una única solución, es aumentar la cobertura de la vacunación en edades tempranas. “Lo que evita la vacuna es que se enfermen del sarampión, pues si bien se puede desarrollar como una enfermedad sin mayor consecuencia, en algunos casos puede ser una enfermedad grave e incluso hay algunos niños y niñas que mueren por sarampión”, advierte en un comunicado.
Según datos de la OMS en 2022, alrededor del 83% de los niños de todo el mundo recibieron una dosis de la vacuna contra el sarampión antes de cumplir un año, siendo el porcentaje más bajo desde 2008.
Sin embargo, la baja inmunización que existe actualmente en la población infantil genera un escenario cada vez mayor de muertes y contagios a causa de esta enfermedad, que se puede transmitir por contacto con gente o superficies infectadas e incluso por el aire y a través de gotitas.
Además, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el escenario ideal es que la cobertura de vacunación con dos dosis de la vacuna SRP (sarampión, rubeola y paperas) se mantenga por encima del 95%, alcanzando a todas las poblaciones, con especial énfasis en niños y adultos jóvenes. Esto ayudaría a alcanzar la “inmunidad de grupo”.
La situación en Chile
Para la doctora Vivian Luchsinger, su mayor complicación es la baja de defensas en el cuerpo producto de la infección causada por el virus. “Se ven con frecuencia infecciones bacterianas posteriores que pueden llegar a ser graves (…) No hay ningún tratamiento efectivo y no hay ninguna forma de combatirlo una vez que uno desarrolla el sarampión”, enfatiza la viróloga.
Así también lo advierte la doctora Mariela Muñoz, jefa del servicio de pediatría del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, quien señala que tan solo se necesita de una persona contagiada para generar un brote masivo. “Si hay alguien que no tiene la vacuna puesta o es menor de un año y no está inmunizado, eventualmente podría contagiarse en una sala de espera, en un local de comidas o en cualquier tipo de institución”, detalla la pediatra.
Desde 1964, Chile ha mantenido de forma casi ininterrumpida programas de vacunación contra el sarampión y 1993 es considerado el año en que se logró erradicarla de forma endémica en el país. Asimismo, esto se consiguió gracias al Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) del Ministerio de Salud, que aplica distintos programas de refuerzo para ampliar la cobertura nacional.
De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsal), el incremento de casos, especialmente en países más desarrollados, se encuentra asociado a una reducción en la cobertura de vacunación, recogió The Clinic.
“En nuestro país hemos tenido casos esporádicos y algunos brotes en el pasado que han sido todos controlados y que se han asociado a personas que adquirieron la enfermedad en el extranjero. Actualmente no contamos con casos de transmisión dentro de nuestro territorio”, acotaron desde la autoridad de salud.