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Regularmente las personas que trabajan con turnos por lo general tienden a tener problemas en cuanto a seguir dietas sanas o mantener sus relaciones con la familia y los amigos.

Un tema puede generar problemas a largo plazo en la salud de los trabajadores, explica Jeanne Duffy, profesora de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard, para The New York Times.

Expertos aseguran que quienes trabajan en turnos rotativos tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos gastrointestinales, trastornos del estado de ánimo y enfermedades cardiovasculares.

También dicen que las probabilidades de tener accidentes automovilísticos, resfriados, gripes y virus estomacales.

Además, quienes trabajan de noche son más propensos a padecer de obesidad y diabetes tipo 2.

Esto pasa porque es difícil mantener un orden de nuestro horario de comidas, asegura Michelle Drerup, directora del Programa de Medicina Conductual del Sueño de la Clínica Cleveland.

Incluso, trabajar constantemente en este horario provoca que entremos en conflicto con los ritmos habituales de la sociedad. Manteniéndonos en un estado de baja socialización con personas cercanas.

Qué hacer durante y después de los turnos de noche

Los expertos en el sueño sostienen que una dieta sana es clave para sobrellevar este estilo de vida porque puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas. Recuerda planificar con antelación tus comidas.

Si sientes que te quedas sin energía en tu horario de trabajo, una siesta de 15 a 20 minutos puede ayudarte a volver al estado de alerta.

Para que te sea más fácil conciliar el sueño cuando llegas a tu casa, evita tomar más de dos tazas de café en las primeras horas del turno y en las últimas cuatro o cinco.

Ya en tu casa, evita las luces brillantes, estas incitan a tu cuerpo a despertarse, un ejemplo común es el celular. Y recuerda, ya acostado debes dormirte lo antes posible.