En 1999, Towana Looney le donó uno de sus riñones a su madre que sufría de complicaciones médicas, sin embargo, no sabía que tiempo después comenzaría a fallar el que le quedaba. Después de años esperando un trasplante de riñón compatible, finalmente recibió el de un cerdo modificado genéticamente.
Según informó el equipo médico, el trasplante ha evolucionado positivamente.
Towana tiene 53 años y se ha convertido en la tercera persona en recibir un trasplante de riñón de un cerdo modificado genéticamente, una práctica experimental que busca mejorar la calidad de vida de las personas, para mitigar las enormes listas de espera.
“Estoy encantada, me siento bendecida por haber recibido este regalo, esta segunda oportunidad en la vida”, dijo en una rueda de prensa tres semanas después de su operación en el Hospital Langone de la Universidad de Nueva York, consigna la DW, sin embargo, sigue bajo supervisión médica.
Tras donar uno de sus riñones a su madre, el otro comenzó a fallar durante un embarazo, por lo que pasó años dializándose. Desde 2017 que espera un trasplante, pero lamentablemente no han encontrado uno que sea compatible.
Recibió el riñón de un cerdo
Como su salud siguió deteriorándose, Towana fue sometida el pasado 25 de noviembre a un trasplante de riñón de un cerdo modificado genéticamente, para que el órgano no fuera rechazado inmediatamente por su cuerpo.
“Estoy llena de energía, tengo apetito (…) ¡Y claro, puedo ir al baño! ¡No he ido en ocho años!”, añadió Looney, quien enfatizó en que espera celebrarlo en Disney World. El equipo médico espera que vuelva a su casa en tres meses.
Este tipo de procedimientos llamados “xenotrasplantes” (uso de células, tejidos y órganos no humanos en personas), podrían ser una solución ante la falta de órganos para trasplantes. En Estados Unidos, agrega DW, hay una lista de más de 100.000 pacientes en espera, de los cuales más de 90.000 son de riñón.
Pero no todos los casos corren con éxito, ya que este año se hizo trasplantes de riñón de cerdo a dos pacientes, los que fallecieron a las pocas semanas. En 2021, se trasplantó un riñón de cerdo a un paciente con muerte cerebral, pero el órgano funcionó un par de días.
Las modificaciones genéticas tienen como objetivo mejorar la compatibilidad biológica entre animales y personas, para evitar que el órgano sea inmediatamente rechazado por el receptor.