En más de una oportunidad debes haber escuchado del llamado pie de atleta, y no, no tiene nada que ver los deporte, sino que con una infección por hongos.
¿Sabes cuál es la causa más común de esta afección cutánea, cómo detectarla, qué hacer en caso de contagio y cómo prevenirla?
¿Qué es el pie de atleta y cómo se contagia?
El doctor Elmer Huerta, asesor médico de nuestro medio asociado RPP, explicó que el pie de atleta es una infección de los pies causada por unos hongos que pertenecen a un grupo grande de enfermedades de la piel llamadas tiñas.
La tiña puede afectar varias partes del cuerpo: cuando afecta a la cabeza se le llama tiña del cuero cabelludo, cuando afecta a la piel se le llama tiña corporal y cuando afecta al pie se le llama tiña pedis o pie de atleta.
El pie de atleta es una infección muy contagiosa que puede propagarse mediante el contacto directo con una persona infectada o con superficies contaminadas como pisos, calzado y medias. La forma más común de contagio es a través de las duchas públicas.
Específicamente, el pie de atleta empieza generalmente entre los dedos del pie, donde la piel está más húmeda y cálida, lo que favorece el crecimiento de hongos.
¿Cuáles son sus síntomas y tratamiento?
Suele comenzar con picazón, enrojecimiento y descamación de la piel. Si no se trata, la infección puede extenderse a otras partes del pie, como las plantas y los talones.
El Dr. Huerta asegura que esta infección se puede curar fácilmente. Existen muchos productos que se venden incluso sin receta médica, que se pueden usar y responden muy bien a su tratamiento.
¿Cómo se puede prevenir el pie de atleta?
De acuerdo con el asesor médico, el pie de atleta se puede prevenir usando un calzado que permita una correcta circulación de aire y que evite la acumulación de humedad.
Asimismo, hay evitar el uso de medias de material sintético que atrapen la humedad, en su lugar se debería utilizar calcetines de algodón.
Otro punto importante aquí es la higiene de los pies. Es esencial mantener los pies secos, pues el hongo crece en ambientes cálidos y húmedos. Después de ducharse o nadar, hay que tomarse unos minutos extras para secar bien los pies, especialmente entre los dedos, con un paño absorbente de algodón.
Las personas que sufren diaforesis o sudoración excesiva deben tener un mayor cuidado con los pies, como usar zapatos más amplios. Sobre todo en verano deberían utilizar calzados más abiertos sin medias o con medias de algodón muy finos para evitar el exceso de sudor.
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