En noviembre se conmemora el Día Mundial de la Prematuridad (17 de noviembre), instancia para concientizar sobre los desafíos de los nacimientos antes de término y ofrecer apoyo a las familias. Un embarazo promedio dura entre 37 y 42 semanas. Cuando el bebé nace antes de las 37 semanas de gestación o con bajo peso, es considerado prematuro.
En Chile, se estima que un 12% de los nacimientos corresponden a partos prematuros. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta cifra a nivel mundial asciende a 15 millones. En el año 2021, el 9,49% de los nacimientos fueron partos prematuros y un 1,4% correspondió a niños/as nacidos con menos de 32 semanas de edad gestacional (EG).
Aunque la prevalencia del parto prematuro en Chile es menor que lo reportado a nivel mundial y existen políticas públicas nacionales enfocadas en su prevención, este continúa siendo la principal causa de la mortalidad neonatal e infantil.
Algunas medidas clave para prevenir los nacimientos antes de término incluyen asistir a controles médicos de forma regular durante la gestación. Estos controles permiten identificar factores de riesgo y monitorear también la salud de la embarazada.
Factores como seguir una dieta completa y equilibrada, realizar actividad física y evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, contribuyen al bienestar tanto del bebé como de su madre.
Un cuidado especial para quienes más lo necesitan
En casos de partos prematuros, existen medidas que ayudan a proteger al recién nacido de enfermedades, dificultades respiratorias e infecciones. Uno de ellos es el Método Mamá Canguro (MMC), que consiste en mantener el contacto piel a piel entre el bebé y sus cuidadores por al menos 20 horas al día, lo que favorece la regulación de la respiración, la temperatura, promueve la lactancia materna y fortalece el vínculo. La OMS y Unicef recomiendan su implementación inmediata tras el nacimiento.
Además, se aconseja iniciar la lactancia materna lo antes posible, preferiblemente en la primera hora de vida, y mantenerla de manera exclusiva hasta los seis meses. La participación de toda la familia es fundamental para proporcionar el amor y el apoyo necesarios para el bienestar de un bebé prematuro.
A los riesgos de un nacimiento antes de término se suma el hecho de que las primeras semanas de la vida de un bebé son cruciales para su desarrollo y adaptación al mundo fuera del útero. Durante este periodo, el bebé comienza a establecer rutinas de alimentación y sueño, y es importante crear un ambiente seguro y cariñoso.
Una alianza para la supervivencia de bebés prematuros
Desde 2019, la marca de cuidado infantil Huggies formó una alianza con Unicef para ayudar a que más bebés sobrevivan a sus primeros días de vida y crezcan sanos, entregándoles acceso a los servicios y cuidados necesarios.
Bajo este contexto, ese año decidieron crear la iniciativa “Un abrazo para cada bebé”, con una contribución de US$ 12 millones a los programas de desarrollo infantil temprano, llegando a más de 10 millones de bebés, familias, cuidadores y profesionales de la salud en 15 países de Latinoamérica.
Además, la organización mundial puso a disposición el “Portal de Crianza”, un recurso multiplataforma, que proporciona contenidos prácticos de fácil lectura, segmentados por edades y con un foco especial en el cuidado de los recién nacidos y de los bebés en sus primeros mil días de vida, incluidos consejos para el cuidado de prematuros.