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El estado de nuestras uñas puede revelar pistas importantes sobre nuestra salud. Problemas como diabetes se pueden detectar a través de infecciones bacterianas y micóticas en las uñas, mientras que la fragilidad podría indicar anemia o deficiencias nutricionales. La acropaquia, caracterizada por la curvatura de las uñas y agrandamiento de las puntas de los dedos, puede ser un signo de diversas enfermedades como problemas pulmonares o cardíacos. Por otro lado, las uñas blancas podrían reflejar infecciones por levaduras, estrés o efectos secundarios de tratamientos oncológicos, e incluso indicar condiciones como micosis, psoriasis o anemia. La falta de ciertos nutrientes y una dieta baja en proteínas también pueden influir en la apariencia de las uñas.
El estado de nuestras uñas puede indicarnos ciertos problemas en la salud, por lo que, observar su forma y color, ayudará a prevenir ciertas enfermedades.
Las uñas son “células vivas que están íntimamente relacionadas con la piel y los órganos internos, y se pueden ver afectadas cuando hay déficits nutricionales, enfermedades a nivel sistémico o tratamientos”, menciona a BioBioChile, Héctor Fuenzalida, dermatólogo de IntegraMédica.
Por lo tanto, se pueden diagnosticar algunas enfermedades propias de las uñas o del organismo, a través de la observación de estas.
Estado de las uñas: ¿qué puede decirnos sobre la diabetes?
Un ejemplo de ello, es cuando las uñas pueden alertarnos sobre la diabetes.
El especialista señala que por ser una enfermedad inmunosupresora, puede que “condicione la aparición de infecciones bacterianas y micoticas, tanto en la uña misma como alrededor de esta”, menciona.
Sin embargo, las anteriores características solo son una forma de detectar la enfermedad, y no aquella que la determine por completo.
Uñas quebradizas
Otro ejemplo es tener uñas quebradizas y frágiles. Esto puede ser un “reflejo de anemia o falta de nutrientes, vitaminas y/o minerales que son fundamentales en su estructura”, explica el experto.
Sin embargo, también agrega que se van debilitando con el paso de los años y que, por lo tanto, se tornan más irregulares en las superficies, “con estrías o líneas longitudinales, así como cambios de coloración”, explica.
Uña de color blanco
Por otro lado, las uñas de color blanco, según Héctor Fuenzalida, “puede reflejar una infección por una levadura, una cándida, así como pequeños traumatismos por un golpe, infección, estado febril o estrés”.
Lo anterior, podría producir una alteración en las células, provocando manchas blancas en las uñas.
Además, también puede ser consecuencia de los medicamentos utilizados en los tratamientos oncológicos.
Según detalla BBC, el tono más claro puede indicar micosis, psoriasis, neumonía, anemia e incluso insuficiencia cardíaca.
La falta de algunos nutrientes, la desnutrición y una dieta baja en alimentos proteicos también provocan el cuadro.
En el caso de la leuconiquia, en la que pueden aparecer manchas blancas en la región de la uña, se da por un cambio en la estructura, pero aquello no indica un cambio en el cuerpo.
Acropaquia
Otro ejemplo de cómo identificar problemas en nuestra salud a través de las uñas, es por la aparición de la acropaquia. Según Mayo Clinic, ocurre cuando las puntas de los dedos se agrandan y las uñas se curvan alrededor de estas.
Esta formación se daría por diversas causas:
-Poco oxígeno en la sangre
-Enfermedad pulmonar
-Problemas cardíacos
– Cirrosis del hígado
– Problemas gastrointestinales
Uña de color amarillo
Por último, el color de esta zona, se puede caracterizar por una herencia genética o por el envejecimiento de la uña, lo cual la deja más gruesa y con un color amarillo.
Pero también sería a causa de la pigmentación por micosis y hongos específicos. En casos más severos, indicaría condiciones como psoriasis, VIH y enfermedad renal, explica BBC.
De manera específica, los fumadores también pueden cambiar el tono de las uñas, debido al contacto directo con el cigarro.
