Un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Microbiomes ha revelado un dato sorprendente: una gran comunidad de virus habita en lugares cotidianos de nuestros hogares, como los cabezales de las duchas y las cerdas de los cepillos de dientes.
Con más de 600 especies de virus identificadas en estos objetos en hogares de Europa y Estados Unidos, este hallazgo podría ofrecer nuevas soluciones a la creciente resistencia a los antibióticos.
Erica Hartmann, microbióloga de la Universidad Northwestern y líder del estudio, afirmó que “es absolutamente increíble la cantidad de virus que hemos encontrado”, consigna la DW.
Entre los virus descubiertos, muchos son completamente desconocidos para la ciencia, lo que demuestra la vasta biodiversidad que existe incluso en nuestros baños. Estos espacios están cubiertos de biopelículas repletas de microorganismos, con una notable variabilidad en la composición microbiana dependiendo del lugar de recolección de las muestras.
Según Hartmann, “la diversidad de los microbios encontrados era tan grande que no había dos comunidades de cabezales de ducha iguales”.
El estudio se centró en los bacteriófagos, un tipo de virus que no representa una amenaza para los humanos, sino que infecta a las bacterias. Dado que cada vez más bacterias desarrollan resistencia a los antibióticos, los bacteriófagos podrían abrir nuevas vías para tratar infecciones bacterianas de manera efectiva.
Además, estos virus también podrían utilizarse en productos de limpieza, minimizando la posibilidad de que las bacterias desarrollen resistencia a los desinfectantes tradicionales.
Los microorganismos en nuestra boca y el baño
Los baños no solo albergan virus. Investigaciones anteriores de Hartmann ya habían demostrado que las superficies de los cepillos de dientes están colonizadas principalmente por bacterias provenientes de nuestra propia boca, y no tanto por los aerosoles generados por los inodoros.
Además, el Proyecto Microbioma del Cabezal de Ducha de 2018 destacó la relación entre ciertos tipos de micobacterias presentes en los cabezales de ducha y un incremento en los casos de neumonía bacteriana en Estados Unidos.
Curiosamente, los bacteriófagos descubiertos en este último estudio podrían ayudar a combatir estas micobacterias nocivas. Hartmann concluye que “simplemente deberíamos aceptar que los microbios están en todas partes, y la gran mayoría de ellos no nos ponen enfermos”.
Este hallazgo podría tener implicaciones importantes no solo en la higiene del hogar, sino también en la investigación de nuevas alternativas para combatir infecciones en un mundo cada vez más amenazado por la resistencia bacteriana.