VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

Científicos de la Universidad de Chile descubrieron que las cotorras argentinas, especie invasora en el país, portan la bacteria Chlamydophila psittaci, que se transmite a humanos. Esta enfermedad infecciosa puede causar cuadros letales y se transmite a través de heces y secreciones respiratorias de aves infectadas.

Desarrollado por BioBioChile

Científicos de la Universidad de Chile encontraron una peligrosa bacteria en las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus), un ave que en los 80’s se popularizó en Chile como mascota y terminó convirtiéndose en una especie invasora, especialmente en la región Metropolitana.

De acuerdo con un comunicado de la casa de estudios, es común ver a estas aves en áreas verdes urbanas de la región, especialmente en el sector oriente de Santiago, pero ya se ha extendido a casi todas las comunas.

Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) descubrieron que esta especie es portadora de la bacteria Chlamydophila psittaci, que provoca “la fiebre del loro”.

Esta enfermedad es zoonótica, lo que significa que se transmite a las personas y causa “psitacosis humana”, se trata de una enfermedad infecciosa que puede llegar a ser muy grave. Los humanos que la contraen pueden sufrir una especie de influenza leve o en el peor de los casos, un cuadro letal con falla multiorgánica.

“Hasta ahora, conocemos un caso en Brasil, ya que una familia había comprado cotorras argentinas en el comercio ilegal como mascotas y esta situación derivó en la transmisión de esta misma bacteria. Provocó siete casos de neumonía severa y seis hospitalizaciones“, explicó Matilde Larraechea, veterinaria e investigadora de FAVET que lideró el estudio.

¿Cómo se transmite la bacteria de las cotorras?

La bacteria puede transmitirse a humanos mediante las heces o secreciones respiratorias de aves infectadas. Además, no solo se transmite a humanos, también pueden contagiarse otras aves.

Larraechea apuntó a los peligros de adoptarlas. Según explicó la experta, durante su periodo reproductivo, en primavera, los pichones caen de sus nidos y la gente tiende a rescatarlos, lo que puede ser muy peligroso e implica un riesgo de llevar la enfermedad al hogar.

Por otro lado, se constató que las cotorras argentinas no solo contienen la bacteria Chlamydophila psittaci, también hay otros patógenos poco estudiados en Chile, que pueden enfermar a los humanos.

“Encontramos por primera vez en Chile la presencia de un ácaro que no se había descrito antes aquí y que abunda en nidos y pichones de cotorras. Este ácaro, también puede picar a personas, pudiendo ser un potencial vector de otros patógenos como virus y bacterias”, agrega Cristóbal Briceño, veterinario y académico de FAVET.

En cotorras adultas también encontraron una alta prevalencia del parásito Cryptosporidium meleagridis, que igualmente se transmite a humanos. Puede producir diarrea, especialmente en adultos mayores, infantes y personas inmunocomprometidas.

“Como las cotorras se han mantenido en ciudades y buscan árboles en altura que abundan en plazas, estas áreas verdes podrían ser focos de riesgo para las personas. Además, al ser muy abundantes y volar sobre las ciudades, a través de sus deposiciones, las cotorras podrían estar contaminando la ciudad con estos y otros patógenos, poniendo en riesgo la salud humana y animal”, concluye Briceño.

La investigación se publicó en la Revista Chilena de Infectología.