A través de sus redes sociales, el tenista nacional Nicolás Jarry reveló que fue diagnosticado con neuronitis vestibular, lo que ha puesto en duda su participación en Wimbledon.
“Como aclaración, estoy atravesando una Neuronitis vestibular. Diferente a la enfermedad de Ménière”, comenzó escribiendo en una storie de Instagram en referencia a la afección que se había rumoreado antes. “Estoy haciendo todos los ejercicios que me mandó el doc (sic) para recuperarme lo antes posible”, cerró el mensaje.
De acuerdo al manual médico MSD, la enfermedad consiste en un trastorno caracterizado por las crisis de vértigo, pues afecta al vestíbulo, una parte del oído interno, lo que puede desencadenar problemas de equilibrio.
Estas crisis pueden ser bruscas e intensas, provocando sensaciones falsas de movimiento, las que son causadas por la inflamación del nervio en cuestión, la rama del 8.º nervio craneal.
Los episodios provocados por la afección se pueden identificar por síntomas como mareos, náuseas y vómitos, que puede durar al menos 24 horas. Sumado a ello, la vista también es afectada en lo que se conoce como nistagmo, un movimiento ocular que dificulta fijar la mirada.
Tal como señala Jorge Valdés, director del Diplomado en Neurorehabilitación Fonoaudiológica en Adultos de la Universidad San Sebastián, en el caso de Nicolás Jarry el diagnóstico puede tener “repercusiones significativas en su capacidad para jugar y competir al más alto nivel, por lo que el tratamiento es esencial”.
Respecto a la terapia que estaría utilizando el tenista nacional para recuperarse de la enfermedad, esta incluiría ejercicios progresivos que utilizan la plasticidad del sistema nervioso central para mejorar la estabilidad del cuerpo y recuperar el equilibrio.
Estos pueden incluir movimientos oculares, de cabeza y marcha en diversas superficies. Por su parte, Ricardo Cartajena Gatica, director de la Carrera de Fonoaudiología en la Universidad San Sebastián, destacó que la terapia “en complemento con el tratamiento médico, contribuye a la reincorporación temprana de la persona a su vida cotidiana y a sus actividades laborales, mejorando su pronóstico y calidad de vida”.