El término “mommy makeover”, conocido en español como “cambio de imagen de mamá”, se originó en Estados Unidos hace una década para describir una serie de procedimientos de cirugía plástica destinados a reparar los cambios corporales propios del embarazo y la lactancia.
Este concepto ha ganado popularidad, reflejada en el aumento del 529% en las búsquedas en Internet durante los últimos cinco años y en las más de 1.100 millones de visitas al hashtag en TikTok, según un análisis de 2023 realizado por la empresa de suministros médicos Face Med Store.
En Chile, la doctora Susana Searle, cirujano plástico de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica (SCCP) y de la Red Salud UCChristus, observa que cada vez más mujeres se interesan en estos procedimientos para mejorar las secuelas físicas de la maternidad.
Lo que debes saber antes de realizarte un “mommy makeover”
“Algunas consultan apenas terminan su periodo de lactancia a los pocos meses, otras años después de haber terminado la etapa de maternidad, pero es una consulta muy frecuente”, afirma Searle.
El interés en estos procedimientos se ha incrementado por varios factores. Uno de ellos es la tendencia a tener hijos a una edad más avanzada; actualmente, el 47% de los nacimientos en Chile ocurren entre los 30 y 39 años, en contraste con los 22 años de promedio en la década de los 70, según cifras del INE.
Además, las mujeres muestran un mayor interés por la nutrición, el ejercicio físico y la longevidad activa, considerando que la expectativa de vida supera los 80 años.
“Si antes la idea era que al tener hijos el cuerpo cambiaba de forma inevitable y había que asumir este nuevo cuerpo para el resto de la vida, hoy eso no es así. La mujer chilena está cada vez más interesada en recuperar, dentro de lo posible, el aspecto del abdomen y las mamas”, comenta Searle.
Este deseo se refleja en una mayor demanda de cirugías para mejorar la apariencia post embarazo.
Durante el embarazo, parto y lactancia, el cuerpo experimenta varios cambios. La piel del abdomen se estira, los músculos abdominales se separan y los senos aumentan de tamaño. Estos cambios, que a veces dejan secuelas como flacidez, exceso de piel abdominal, separación muscular y ptosis mamaria, pueden afectar la autoimagen y autoestima de las mujeres.
“Si bien el cuerpo logra recuperar en alguna medida el aspecto del abdomen y las mamas luego del parto y suspendida la lactancia, muchas veces quedan secuelas evidentes de la maternidad”, señala Searle.
Procedimientos comunes tras el parto
El doctor Carlos Fonfach, cirujano plástico de la SCCP y de la Clínica Alemana de Valdivia, explica que los procedimientos más solicitados son los relacionados con las mamas y el abdomen. “En las mamas casi siempre requiere de un levantamiento mamario, con o sin implantes”, declara.
“El abdomen, que queda más flácido, con estrías y laxitud de tejidos, se trata casi siempre con una abdominoplastia, a la que se puede asociar una liposucción de espalda o cintura”, detalla Fonfach.
Ambos especialistas coinciden en que el “mommy makeover” se personaliza según las necesidades de cada paciente, aunque las expectativas pueden ser muy altas.
Antes de someterse a estos procedimientos, es crucial considerar varios aspectos. Uno de los más importantes es haber completado la paridad, es decir, no tener planes de futuros embarazos.
Fonfach recomienda realizar la abdominoplastia después de haber tenido todos los hijos deseados, ya que un embarazo posterior podría afectar los resultados. Además, las pacientes deben tener un peso corporal adecuado y un índice de masa corporal (IMC) menor a 28, ya que estos procedimientos no son tratamientos para la obesidad.
El momento ideal para realizar estas cirugías es entre seis y doce meses después del parto, para permitir que el cuerpo se recupere completamente.
Realizar la cirugía demasiado pronto puede aumentar el riesgo de complicaciones y resultados insatisfactorios. En cuanto a la cirugía mamaria, se recomienda esperar seis meses después de la suspensión de la lactancia para planificar adecuadamente la intervención.
La cirugía de abdominoplastia también puede incluir la reparación de la diástasis de los músculos rectos abdominales, que a menudo persiste incluso con ejercicio.
“En esta cirugía de abdominoplastia de rutina reparamos la pared abdominal juntando nuevamente los músculos rectos abdominales con una plicatura, además de sacar la piel sobrante del abdomen”, explica Searle.
Dado que se trata de una cirugía mayor, se requieren exámenes previos como análisis de sangre y electrocardiogramas en pacientes mayores de 40 años.
“Uno de los riesgos es que la paciente tenga anemia por el embarazo y el parto. Hay que estar seguros de que esto se recuperó para poder operarla”, advierte, por su lado, Fonfach. La cirugía dura entre tres y cuatro horas, se realiza bajo anestesia general y requiere hospitalización por al menos una noche.
La recuperación completa puede tardar entre dos y tres semanas, y se debe esperar de seis a ocho semanas antes de retomar actividades deportivas.
Fonfach aclara que estas cirugías pueden realizarse incluso años después de haber tenido hijos, sin límite de edad, siempre que la salud de la paciente lo permita. Sin embargo, es fundamental que el cirujano esté acreditado y que la paciente esté bien informada sobre el procedimiento y sus posibles complicaciones.