Ya sea en las frías mañanas, después de almorzar, como excusa para sociabilizar al salir del trabajo o para acompañar la once, el café está constantemente presente en la vida de los chilenos. Un producto que se puede encontrar en la mayoría de las casas y que tiene un consumo por persona en nuestro país de alrededor de 0,75 kg, según cifras de la International Coffee Organization.
Sin embargo y a pesar de que las cafeterías de autor van en alza, aún siguen existiendo mitos en torno a las propiedades del café y los eventuales riesgos del consumo en exceso de cafeína. En conversación con BioBioChile, expertos del área de nutrición y barismo puntualizan en la importancia de la calidad en esta bebida, cuánto es recomendable tomar y en qué aspectos fijarse a la hora de comprarlo o prepararlo.
La importancia de un buen café
Al ser una bebida que se prepara por infusión a partir de las semillas del fruto de los cafetos procesados y tostados, el café es una preparación natural que se caracteriza, dentro de sus propiedades, por su acción antioxidante y antiinflamatoria.
Así lo explicó detalladamente Victoria Halabí, directora de la carrera Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo en Concepción, a la presente redacción: “Los componentes principales que ejercen tales efectos son los compuestos fenólicos (cafeína, diterpenos, trigonelina y melanoidinas) que junto con los taninos, lignanos y antocianinas determinan significativamente la calidad, el aroma y el sabor del café. Otro compuesto que comparte este tipo de propiedades es la trigonelina, que contribuye al amargor”.
En ese sentido, la profesional aclaró cómo las personas pueden beneficiarse de dichos compuestos. “El consumo del café modifica la relación entre los principales grupos de microorganismos intestinales a favor de un perfil anti-obesidad. Además, se ha observado una relación negativa entre el consumo de café y el riesgo de cáncer. Los compuestos fitoquímicos contenidos en el café pueden ejercer efectos beneficiosos, incluida la inhibición del estrés y daño oxidativo celular”, puntualizó.
Con distintas variedades de esta preparación y pese a su carácter natural, es común la venta de otras alternativas como sucedáneo de café en supermercados y almacenes, no obstante, la nutricionista enfatizó en la importancia de la calidad.
“Para obtener sus beneficios, debemos consumir café de buena calidad (de preferencia cultivado sin pesticidas), no demasiado tostado y de preferencia sin ningún añadido (azúcar, leche, cremas, entre otras)”, asevera Halabí.
Entonces, ¿en qué debemos fijarnos a la hora de comprar café? La docente entregó claves: “Es importante elegir un producto con 100% café, teniendo en cuenta que la mayoría de los molidos que encontramos en los supermercados tienen azúcar agregada. Puede ser en grano o instantáneo, aunque hay que estar atentos a la hora de elegirlos porque la mayoría tienen azúcares y algunos (instantáneos) casi ni siquiera tienen café. Además, elegir uno con el grano menos tostado porque así ofrecerá más aportes nutricionales y que no contengan colorantes, saborizantes y conservantes añadidos”.
Los riesgos de la cafeína
Pese a la gran cantidad de propiedades que tiene el café, se recomienda beberlo con moderación y, de preferencia, tras consultarlo con médicos en caso de tener alguna enfermedad de base. Y es que en esta bebida también encontramos altos niveles de cafeína, un compuesto químico o antioxidante alcaloide que estimula el sistema nervioso central.
En ese sentido, la nutricionista penquista pone en la balanza el consumo de cafeína y advierte sobre los riesgos de consumir este antioxidante de manera excesiva.
“Puede causar insomnio, ansiedad, frecuencia cardiaca acelerada, náuseas, dolor de cabeza, entre otros síntomas. Además, pueden observarse efectos tóxicos, como convulsiones… Tan sólo una cucharadita de cafeína pura en polvo puede contener la misma cantidad de cafeína que 28 tazas de café, y media taza de un producto de cafeína líquida altamente concentrada, el equivalente de más de 20. Estas son cantidades tóxicas que pueden tener consecuencias graves para la salud, incluyendo la muerte”, puntualiza Halabi.
En relación a que la cafeína se ha asociado con aumentos de la presión arterial en bebedores de café no habituales, la profesional aclara que los compuestos antioxidantes propios del café pueden contrarrestar esta alteración.
Además, hace hincapié en que llevar una vida sana y alejarse de otras sustancias potencialmente tóxicas como el tabaco, alcohol, azúcar u otras drogas, se relaciona de forma directa con los posibles daños que la cafeína provoca en el cuerpo: “Los resultados potencialmente adversos del café como el aumento del riesgo de cáncer de pulmón y gástrico se encontraron en personas que además tenían el hábito de fumar”.
“Para los adultos sanos, la cantidad que en general no se relaciona con efectos negativos peligrosos es de 400 miligramos al día, equivalentes a cuatro tazas de café. Sin embargo, hay un amplio grado de variación en lo sensibles que son las personas a los efectos de la cafeína y qué tan rápido la metabolizan. En el caso de los niños y adolescentes, la Academia Americana de Pediatría desaconseja su consumo”, enfatiza la docente de la Universidad del Desarrollo.
Por último, Halabi destaca que “la cafeína, contenida en el café, también aumenta la excreción urinaria de calcio y oxalato, reduciendo el riesgo de litiasis”.
Temperatura, preparación y calidad: las recomendaciones de los expertos
Ya conocidas las propiedades del café a nivel nutricional y sus posibles daños en caso de consumirlo irresponsablemente, el sabor es otro aspecto importante a considerar en esta bebida.
Al existir tres tipos de granos (arábica, robusta y libérica), distintos métodos de extracción y una extensa variedad de maneras de prepararlo, el café se ha consolidado como un producto para todos los gustos, pero ¿en qué fijarse a la hora de comprar uno en un restaurant o supermercado?
Aníbal Valdés, barista penquista del Café Eleuterio y exparticipante de MasterChef Chile, conversó con la presente redacción y entregó algunos tips para los compradores de café.
“Si es café para preparar en casa, mi recomendación es comprar en tostadurías locales; el grano tostado tiene una vida útil de un mes aproximadamente y al molerlo, mantiene sus aromas y sabores por diez minutos, en cambio, en el supermercado los niveles de tostado son tan altos que no son tan agradables al paladar”, puntualizó Aníbal.
Por otra parte, señala que en la variedad está el gusto y que “es importante que cada persona busque cuál es la preparación y grano que más le gusta, ya que son sabores y notas diferentes”.
Por último, Victoria Halabí también quiso dar recomendaciones al momento de preparar café, enfatizando en que la manera correcta de tomarlo es no dejándolo hervir y filtrarlo “para que en el filtro se queden los lípidos (grasas) que, de otra forma, pasarán a la sangre”.
“La ciencia indica que el café puede ser parte de una dieta saludable, entre más natural, mejor. La medida ideal para preparar una buena taza de café es por cada 100 ml. de agua, una cucharada sopera de café tostado y molido. (Aproximadamente cinco a siete gramos). Si se cambian esas medidas el sabor y la calidad del café también van a cambiar”, aconsejó.