New York Post

Mujer de Nueva Zelanda desarrolla ampollas en su cuerpo al tomar medicamento para la depresión

09 mayo 2024 | 13:14

Una mujer en Nueva Zelanda formó ampollas en su cuerpo, al tomar un medicamento para la depresión que le provocó una reacción alérgica.

Charlotte Gilmour, una mujer de 23 años, oriunda de Palmerston North, compartió su reacción en las redes sociales en noviembre del 2023, sobre las consecuencias que obtuvo tras tomar un medicamento para la depresión.

El remedio que ingirió fue Lamotrigina, el cual le ocasionó el Síndrome de Stevens-Johnson (SJS), un trastorno que le provocó ampollas en la piel, la boca y el esófago, informó el New York Post.

Cabe destacar que se desconoce si el fármaco fue recetado por un médico o tomado por su cuenta para tratar la afección.

Según Mayo Clinic, el SJS inicia con los síntomas más comunes de las gripes, para luego formar ampollas que se extienden por el cuerpo.

Respecto al medicamento, los doctores indagaron que fue el responsable de la situación de Charlotte, pues este fármaco es un antiepiléptico, que también se receta para tratar la depresión.

Por lo tanto, el SJS se dio como efecto secundario de la Lamotrigina.

Inicio y desarrollo de las ampollas

Gilmour, explicó para el medio neozelandés Stuff, que primero presentó una infección en el pecho durante semanas, y que luego se despertó una mañana de octubre, con sarpullido en el cuerpo.

“Me miré al espejo y rompí a llorar. Creo que inconscientemente sabía que era algo bastante serio”, dijo.

Luego de ello, se dirigió hacia un hospital cuando empezó con más complicaciones de la piel.

“Lo más aterrador es que me quemó de adentro hacia afuera. Entonces todas las quemaduras en el exterior se debieron a que mi interior estaba tan quemado que comenzó a manifestarse en el exterior de mi piel”, explicó.

Una mujer en Nueva Zelanda formó ampollas en su cuerpo, al tomar un medicamento para la depresión que le provocó una reacción alérgica.

Su piel, el tracto digestivo, hasta sus ojos se afectaron. Estuvo con sondas de alimentación y no funcionaron tratamientos con esteroides que los médicos le recetaron.

“Todo fue de mal en peor hasta que una noche empeoró tanto que prácticamente perdí la visión”, recordó.

Luego de 30 días de tratamiento en el centro de salud, fue dada de alta en noviembre. Sin embargo, contó al medio que ocasionalmente aparecen algunos síntomas.

Todavía me salen ampollas en los ojos y el sarpullido aparece, siempre en el mismo lugar donde ocurrió la peor quemadura”, enfatizó.