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¿Por qué la gente de otra generación nos parece más "avejentada"?

28 abril 2024 | 07:15

¿Te has preguntado por qué hay personas que teniendo la misma edad, lucen distintas?.

En cualquier aplicación, ya sea TikTok, Instagram o “X” (ex Twitter) hay hilos e imágenes que dan cuenta de una observación que a todos nos pasó por la cabeza: ¿La gente de otras décadas se veían más avejentada?.

Algunos especialistas han dado pistas sobre porque nos ocurre esta impresión. Y según la evidencia, hay una serie de factores que provocan que veamos a las personas jóvenes, más mayores de lo que representaban.

Y para demostrarlo, hay algunos hábitos que pudieron “adelantar” la vejez en estas personas.


A continuación revisaremos porque ocurre esto.

¿Por qué hay gente que luce avejentada?

Entre las fotografías que podemos encontrar en Internet, hay una del músico George Harrison, que con 27 años, pareciera aparentar unos 40 años. Este hecho también ocurre con la imagen del exfutbolista inglés Bobby Charlton, que incluso aparentaba ser un miembro de la población adulto mayor, pero ¡tenía tan sólo 32 años!.

¿Qué sucedió para que personas jóvenes aumentarán su edad?. Si bien las causas pueden ser genéticas, también hay factores que pueden modificar el aspecto de una persona.

Al respecto, todo indica que envejecer empieza a la edad de 30 años, dependiendo de la alimentación, fumar o el fotoenvejecimiento, que afecta la calidad, elasticidad, e hidratación de la piel, afirmó la cirujana Ainhoa Placer, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética a BBC Mundo.

Por esta razón, era usual que una persona joven tenga un semblante de “señor” o “señora” hace décadas atrás.

La pista sobre la gente avejentada

Según el trabajo de la gerontóloga Taina Rantanen de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia), que analizó a un grupo de personas de 80 años y otro con 28 años de diferencia, determinó que los miembros del grupo más joven, “caminaban más y tenían más fuerza, en las manos, al sujetar objetos y en las piernas”, sostiene la publicación de la Universidad del País Vasco.

Asimismo, el estudio finlandés ahonda en que la atención médica incorporó una mayor conciencia de llevar un mejor estilo de vida.

Recordemos que la ingesta de algunos alimentos, pueden aportan beneficios para una piel tersa, incluso, llegar a retrasar el envejecimiento de las células.

“El consumo en exceso de determinados alimentos como la sal, el café y el alcohol puede empeorar la elasticidad y tonicidad de la piel, provocando la aparición de arrugas y malestar físico”, sostuvo en una entrevista con Infobae la nutricionista Agustina Murcho.

La juventud: ¿una cuestión de actitud?

Aunque lo importante explican algunas investigaciones, es que “sentirse joven” incide en la resiliencia del cuerpo y el cerebro.

De hecho, una dieta saludable y hacer ejercicio, puede mitigar los “achaques” relacionados con la edad.

En un estudio dirigido por científicos surcoreanos publicado en 2018, detalló que las personas examinadas que se encontraban en una buena forma física y mental, presentaban un menor deterioro cognitivo, sólo por llevar una vida saludable.

Por ejemplo, tomar alcohol en exceso acelera el deterioro prematuro de la piel. Y de hecho, ocurre que el alcohol también afecta el funcionamiento del hígado, un órgano que permite eliminar las tóxinas que pueden incidir en la piel.


Igualmente, explicó la nutricionista al medio argentino, que la fuente de la juventud, es uno que puede seguir todo el mundo.“Es consumir, además de frutas y verduras, grasas saludables: palta, aceites, frutos secos, aceitunas y semillas por su contenido de antioxidantes que captan los radicales libres que envejecen a las células. Tomar agua y hacer ejercicio”.

Entonces envejecer… ¿es una cuestión de genética?

Por supuesto, ya que es un proceso natural e inevitable, que parte al inicio de la vida, hasta el final. Además, debido a los estudios sobre el tema, sabemos que hay personas que envejecen a un ritmo rápido, a razón de tres años por año cumplido.

Este último dato, se recogió a partir de un análisis de 1.000 personas, que nacieron entre los años 1972 y 1973. El estudio de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, encontró que quienes envejecieron rápidamente, tuvieron una caída en su desarrollo cognitivo.

Y el hallazgo, es que en su mayoría se trataban de personas jóvenes y sanas. “Ya, incluso antes de llegar a la mediana edad, los individuos que envejecían más rápido tenían menos capacidades físicas, manifestaban decadencia cognitiva, envejecimiento cerebral, y se los veía mayores”, sostuvo el estudio.

Este deterioro estaba asociado a ciertas patologías, un coeficiente intelectual más bajo y un riesgo latente de desarrollar algún tipo de demencia, por lo que el deterioro físico y la falta de una vida saludable, son responsables directos de que algunas personas se vean mayores que otros, pese a tener la misma edad.

Lo que queda pendiente en los diversos análisis, es saber con certeza cómo el estilo de vida, el propio historial médico (que es distinto para cada persona) y los factores ambientales, psicológicos y emocionales afectan el ritmo de envejecimiento.

Inés Moreno, quien trabaja como investigadora de enfermedades neurodegenerativas en la Universidad de Málaga, afirmó al medio The Conversation que cuidarse de las enfermedades cardiovasculares, practicar ejercicio físico, apostar por la estimulación cognitiva, mantener las relaciones sociales, evitar el consumo de sustancias nocivas y optar por una dieta baja en calorías, permitiría que la edad cronológica coincida con la edad biológica de nuestro cuerpo.