La 'Peste Negra' nunca se fue, pero hoy es más fácil tratarla y no se propaga como en la Edad Media, cuando mató a millones de personas.
La pandemia de la ‘Peste Negra’, también llamada Pestilencia o Gran Mortalidad, es considerada la más letal que ha tenido la humanidad en la historia. Los historiadores creen que mató entre 80 a 200 millones de personas en el mundo.
Si bien esta pandemia mundial, que afectó principalmente a Europa, Asia y África, terminó casi al final de la Edad Media, la enfermedad, conocida formalmente como peste bubónica, sigue existiendo.
De acuerdo con National Geographic, nunca dejó de existir, pero sí se redujo significativamente. En la actualidad afecta a unas 3.000 personas al año en el mundo, especialmente en países como Estados Unidos, Madagascar, China, India y algunos lugares de América del Sur.
De hecho, la enfermedad volvió a la palestra esta semana, luego de que el Departamento de Salud del estado de Nuevo México (EEUU) informara el martes que un hombre falleció a causa de ella y los medios tomaran la noticia.
“Este trágico incidente sirve como un claro recordatorio de la amenaza que supone esta antigua enfermedad y a la vez hace énfasis en la necesidad de una mayor concienciación de la comunidad y de medidas proactivas para prevenir su propagación”, expresó el organismo.
Pese a esta alerta, es poco probable que la peste negra vuelva a propagarse como lo hizo hace ya más de 700 años, cuando la medicina no era como la conocemos hoy y mucho menos la higiene.
¿Qué es la ‘Peste Negra’?
La peste negra es causada por la bacteria Yersinia pestis y es una enfermedad de tipo infecciosa que tiene dos tipos: bubónica y neumónica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “la peste bubónica, caracterizada por la tumefacción dolorosa de los ganglios linfáticos, denominados «bubones», es la más frecuente”.
Esta peste se transmite entre animales y humanos, por medio de la picadura de pulgas infectadas, aunque también puede ser por “contacto directo con tejidos infectados o inhalación de gotículas respiratorias infectadas”, dice la OMS.
La infección es grave y en algunos casos letal para el ser humano. “En ausencia de tratamiento, la peste bubónica tiene una tasa de letalidad del 30% al 60%, y la neumónica resulta invariablemente mortal”, señalan.
Por lo general, si es detectada a tiempo, la peste bubónica se puede tratar con antibióticos sin resultar letal. Pero es importante que, para no contraerla, se habiten lugares con buena higiene.
Recordemos que, en el pasado, cuando la peste negra azotó a la humanidad, comenzó a transmitirse por las malas condiciones de higiene de la época y se expandió por el mundo a través de barcos en los que había ratas que contenían parásitos infectados, según detalla NatGeo.