En general, los adultos necesitan dormir al menos 7 horas, pero esto depende de varios factores.
Si bien las horas de sueño que necesitas son relativas y dependen de varios factores, los especialistas han determinado cuánto deberías dormir según tu edad.
“La cantidad de sueño que necesitas depende de varios factores, especialmente de tu edad. Aunque las necesidades de sueño varían significativamente entre individuos, considera estas pautas generales para los diferentes grupos etarios”, señala el médico especialista de la Clínica Mayo de Estados Unidos, Eric J. Olson.
Las horas de sueño que se necesitan según la edad
Olson indica que de acuerdo a tu edad deberías descansar la siguiente cantidad de horas:
Bebés de 4 a 12 meses: De 12 a 16 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas
De 1 a 2 años: De 11 a 14 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas
De 3 a 5 años: De 10 a 13 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas
De 6 a 12 años: De 9 a 12 horas por cada 24 horas
De 13 a 18 años: De 8 a 10 horas por cada 24 horas
Adultos 7 horas por noche o más
Pero dormir las horas suficientes no es lo único importante, también debes considerar factores como la calidad de tu sueño.
“Si tu sueño se interrumpe con frecuencia, no estás durmiendo bien. La calidad del sueño es tan importante como la cantidad”, dijo el especialista.
Asimismo, afirmó que si “sufres de falta de sueño, la cantidad de horas de sueño que necesitas aumenta”.
Además, factores como el embarazo, por sus cambios hormonales y molestias; o el envejecimiento, pueden alterar los patrones de sueño.
“Los adultos mayores suelen dormir más liviano, les lleva más tiempo quedarse dormidos y duermen por períodos de tiempo más cortos que los adultos más jóvenes. Los adultos mayores también suelen despertarse varias veces durante la noche”, explicó.
Olson también expresó que “para los niños, lograr la cantidad de horas de sueño recomendada con regularidad se vincula con un mejor estado de salud, que incluye una mejora en la atención, la conducta, el aprendizaje, la memoria, la capacidad para controlar las emociones, la calidad de vida y la salud física y mental”.
También recalcó que “para los adultos, dormir menos de siete horas por noche con regularidad se vincula con un estado de salud deficiente, que incluye aumento de peso, un índice de masa corporal de 30 o más, diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y depresión”.
Otros factores que determinan las horas de sueño
El doctor Meir H. Kryger, profesor de medicina de la Universidad de Yale (Estados Unidos) y especialista del sueño, asegura que la recomendación de que los adultos duerman al menos 7 horas es relativa.
“Durante años, se nos ha dicho que los adultos necesitan entre siete y nueve horas de sueño. Si el sueño de una persona se desvía de ese rango, se cree que tienen mayor riesgo de hipertensión, ataques al corazón, derrames cerebrales, obesidad, accidentes automovilísticos, e incluso de muerte”, comentó el experto en Psychology Today.
Y aunque las recomendaciones están en lo correcto, el médico explica que hay dos cosas que se deben tener en cuenta. “En primer lugar, una asociación entre un mal resultado (por ejemplo, la muerte) y el exceso de sueño, no significa que el exceso de sueño provoque la muerte. En segundo lugar, también hay que recordar que las recomendaciones son para una población de gente, no para una sola persona”, indica.
El doctor señala que si bien la investigación ha demostrado que aumentan las tasas de muerte entre las personas que duermen más de 10 horas o menos de 6, esto no quiere decir que estas cantidades de sueño sean las causas directas de la muerte.
Meir dice que es muy probable que las personas que duermen demasiado en un período de 24 horas tengan un trastorno como apnea del sueño, y que sea esa condición la que les causa la muerte, no la cantidad de sueño.
“Del mismo modo, si las personas duermen menos de seis horas, pueden ser por síntomas que hacen que el sueño se reduzca, tales como un dolor severo. Estos síntomas pueden ser causados por cáncer, insuficiencia cardíaca o problemas respiratorios que pueden resultar en un aumento de la tasa de mortalidad”, enfatiza.
¿Las personas que duermen muy poco, o que mantienen horarios inusuales, siempre están arriesgando su salud?
Kryger asegura que no necesariamente. “Hace poco me encontré con varias personas que dormían muy poco y estaban despiertas, alerta, y se sentían bien, sin problemas médicos. Uno durmió tres horas en un día. Otro era un trabajador por turnos que trabajaba por las noches, y dormía de 11 a.m a 1 p.m., y luego otra vez entre las 7 y las 9 pm. Sólo durmió cuatro horas. Él llegó a donde mi para ‘mejorar su sueño’, pese a que no tenía ninguna intención de cambiar su patrón de sueño. Sus hábitos ‘anormales’ habían permanecido igual durante unas tres décadas sin presentar ningún problema de salud o de su estado de ánimo”, dijo el profesional.
Asimismo, el médico explica que algunos grandes deportistas y actores de teatro también pueden adoptar patrones de sueño inusuales.
“Terminan durmiendo mucho más que lo ‘recomendado’ de siete a nueve horas”, dice Meir, explicando que algunos atletas duermen siesta justo antes de una competencia. “Ellos aprecian la ventaja del estado de alerta extra que el sueño adicional proporciona. También permiten a su cuerpo recuperarse de la actividad extenuante”, comenta.
Del mismo modo, algunos actores pueden quedar tan acelerados después de un espectáculo nocturno que no pueden dormir por varias horas después de una actuación, “sin embargo, pueden dormir hasta la tarde del día siguiente”, indica el experto.
¿Cómo saber cuántas horas de sueño necesito?
Meir dice que la única forma de saber cuánto sueño necesitamos es muy simple: “La cantidad de sueño que te deje despierto, alerta, de muy buen humor, y funcionando en tu mejor momento”. Así que no tienes que apegarte a la regla de dormir entre 7 y 9 horas, pues puede que tu organismo necesite menos o más que eso.
De hecho, se estima que el 5% de la población pertenece a los llamados “dormidores cortos”, personas que duermen 6 horas o menos y funcionan bien. Mientras, otro 5% corresponde a los “dormidores largos”, quienes necesitan más de 9 a 10 horas.