Conseguir una figura despampanante, con un trasero prominente y cintura pequeña se transformó en el objetivo de muchas mujeres que buscan la cirugía estética BBL, Brazilian Butt Lift, como solución.
En este contexto, Kim Kardashian y sus hermanas llevan años siendo el cuerpo de referencia a la hora de citarse con el cirujano plástico.
No obstante, la alta demanda en este tipo de operación ha hecho que cada vez más personas no certificadas lleven a cabo procedimientos como éste, que son de alta complejidad, y por lo tanto aumentando el riesgo de complicaciones que pueden incluso ser fatales.
El aumento del glúteo se puede realizar básicamente a través de dos procedimientos: los implantes glúteos y la lipoinyección, este último, conocido popularmente como BBL, consiste en inyectar en los glúteos la propia grasa del paciente que es previamente retirada de otra área del cuerpo mediante liposucción.
Los peligros del BBL
Esta intervención comenzó a realizarse en los años ochenta y se popularizó en las últimas décadas cuando más mujeres han acudido a consultas médicas en búsqueda del famoso cuerpo Kardashian.
Al aumentar la demanda, el BBL comenzó a ser realizado por médicos no certificados y los accidentes en el pabellón aumentaron al punto de que la intervención estética del aumento de glúteos con lipotransferencia se convirtió en la principal causa de muerte por cirugía plástica en el mundo, llegando a que 1 de cada 3000 personas fallezcan según reportes internacionales.
Patricio Covarrubias, cirujano plástico y secretario general de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, explica que “esto puede suceder cuando la grasa inyectada se inyecta dentro del músculo glúteo, donde es posible que la grasa ingrese accidentalmente dentro de las venas de la zona pudiendo viajar a otras partes del cuerpo, llegando a comprometer tanto el corazón como los pulmones, llevando a un paro cardíaco que, la mayoría de las veces, es irreversible y mortal”.
En Chile las alarmas ya se encendieron, producto del aumento exponencial que han tenido este tipo de procedimientos en los últimos años y las víctimas fatales que se registraron en algunos casos de público conocimiento.
Covarrubias destaca que las pacientes deben ser responsables en optar por operarse con cirujanos plásticos certificados, idealmente miembros de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, ya que disminuye considerablemente los riesgos de complicaciones en cirugía estética por estar al día en las últimas técnicas e indicaciones técnicas que se han descrito para disminuir la posibilidad de complicaciones en esta cirugía.
Implantes de glúteo son menos riesgosos
Otra alternativa, comenta Covarrubias, para mejorar la apariencia de la zona glútea son los implantes, los que logran aumentar la proyección del glúteo, sin la posibilidad de una embolia ya que no hay inyección de grasa en la zona.
Añade que las pacientes deben dudar de centros estéticos que ofrezcan inyecciones como “colágeno, peptonas, metacril, silicona, entre otras”, y a muy bajos costos (incluso con inyecciones a domicilio), ya que las sustancias inyectadas no son para uso médico (se conocen como biopolímeros), produciendo reacciones inflamatorias (síndrome de ASIA) y daños irreversibles, que pueden incluso ocasionar la muerte.
El profesional insiste en recordar que las pacientes sigan el “triángulo de seguridad”: paciente informado, centro acreditado y cirujano plástico certificado.