A través de redes sociales circula mucha información relacionada con enfermedades que afectan la salud mental, pero muchos perfiles en Instagram y TikTok simplifican los diagnósticos clínicos lo que podría ocasionar un severo daño psicológico.
Desde hace varios años, se hizo común que en redes sociales, los usuarios ocupen el espacio para utilizar conceptos de salud mental, para calificar las actitudes de un ex, un amigo o familiar. Así, son varios los perfiles de supuestos psicólogos o coaches dando consejos para poner en práctica.
Por lo mismo, es fácil encontrar diversos videos que buscan analizar un cuadro clínico, sin el conocimiento previo que implica consultar a un paciente. Por ejemplo, en varios videos que suman millones de visitas, tratan de explicar los supuestos síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), resumiendo de forma escueta la magnitud de este trastorno mental, al igual que otras enfermedades.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad”.
A su vez el Estudio Longitudinal Social de Chile, determinó en 2021, que el 32,6% de la población chilena presenta sintomatología depresiva media, mientras el 11,2% síntomas depresivos moderados, y el 7,7% de depresión moderada-severa a severa.
La opinión de los psicólogos: Hay falta de rigor clínico en redes sociales
De acuerdo con el académico Rodrigo Rojas de la Universidad de Santiago, la práctica de realizar diagnósticos psicológicos en redes como TikTok e Instagram es un problema “debido a la simplificación excesiva y la falta de rigor clínico”, puntualiza.
Al respecto, menciona que los trastornos mentales son condiciones complejas “que requieren una evaluación cuidadosa y personalizada por parte de profesionales calificados. En redes sociales, esta complejidad se reduce a menudo a criterios superficiales y generalizaciones. Esto no solo puede conducir a diagnósticos erróneos, sino también a la propagación de estereotipos y malentendidos sobre la salud mental”.
Del mismo modo, es común en diversas cuentas hablar sobre enfermedades con poco cuidado, lo que allana el camino a estigmatizar las patologías, lo que provoca un desincentivo del cuidado de la salud mental. Según el Doctor en Psicología, esta práctica promueve “una cultura de autodiagnóstico y autocuidado deficiente que puede desviar a las personas de buscar ayuda profesional”, afirma Rojas a BBCL.
En específico, al fomentar una comprensión simplista de los trastornos mentales, “estos perfiles pueden contribuir a un estigma mayor y a una percepción distorsionada de lo que realmente implica el cuidado de la salud mental”.
¿Cómo pueden ayudar los consejos de los psicólogos?
El psicólogo Pablo Johnson de la Clínica de Atención Psicológica de la Universidad Andrés Bello, explica que un terapeuta puede orientar en buscar no solo alivio, sino también una salida a las situaciones emocionales que complican el día a día.
Además la terapia permite tener “un espacio seguro, contenedor, de cuidado, donde abordar las situaciones dolorosas de la vida, del contexto actual por el que alguien podría estar pasando, de manera que ponerle palabras a lo que nos pasa ya puede otorgar cierto alivio”, agrega el experto.
También Johnson indica que el espacio brinda “la posibilidad de mirar la propia historia, de comprender algo sobre cómo cada uno ha llegado a vivir estas situaciones, y cómo poder encontrar una conexión entre ellas a lo largo de una vida”, reflexiona.
En cambio, Rojas sostiene que este proceso ayuda a las personas a obtener una comprensión más profunda de sí mismas y de sus interacciones con los demás, lo que puede llevar a cambios significativos en su vida.
“La terapia también puede ser crucial para abordar y manejar trastornos mentales específicos, como la depresión y la ansiedad, mediante el desarrollo de estrategias de afrontamiento y resiliencia. Además, la terapia ayuda a mejorar las relaciones interpersonales y la comunicación, aspectos fundamentales para el bienestar emocional y social”, reconoce el experto de la Usach.
Los riesgos de seguir influencers en redes sociales
En este punto, Rodrigo Rojas es enfático que la imagen promovida de algunos influencers presentan “una visión idealizada y altamente curada de sus vidas, creando expectativas irreales y aumentando la presión para alcanzar una felicidad constante”.
Esto puede intensificar sentimientos de insuficiencia, baja autoestima y frustración, entre los más vulnerables a compararse con los demás.
Además, el docente menciona que “al ignorar los factores socioeconómicos y contextuales, estos influencers perpetúan la idea de que la felicidad es una elección personal, minimizando así los desafíos reales que muchas personas enfrentan en su búsqueda del bienestar”.
En paralelo, el docente de la Universidad Andrés Bello, Pablo Johnson, describe que este contenido podría “responsabilizar a la persona de no poder ser feliz, sin tomar en cuenta su historia y su contexto, del cual no puede ser completamente responsable, cerrando así la posibilidad de hacerse cargo de aquello de lo cual si pudiese enfrentar directamente”, comenta a nuestro medio.
Recomendaciones de psicólogos para usar las redes sociales
Así, Johnson, aclara la importancia de descansar de las pantallas antes de ir a dormir. “Hay que limitar la conexión a las redes a una cantidad de tiempo manejable, que no interfiera en las actividades significativas. Y limitarlo más aún en la noche, cuando pudiese afectar la calidad del sueño. Es importante desconectarse aproximadamente una hora antes de dormir para evitar un efecto nocivo en este descanso”, destaca.
Rodrigo Rojas de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago, explica que las redes sociales no son un sustituto del apoyo profesional, puesto que recomienda seguir cuentas que promuevan contenido positivo, educativo y constructivo, y evitar aquellas que induzcan a comparaciones desfavorables o sentimientos de inadecuación.
Finalmente, sostiene que mantener una perspectiva crítica y realista es crucial; recordando que lo que se ve en las redes sociales es una representación sesgada de la realidad.