La sobremesa es una costumbre muy propia de los hogares chilenos, en especial en fechas importantes donde la comida es la protagonista, como lo es el 18 de septiembre. Pero, según profesionales, el tomar té o café justo después de las comidas podría resultar perjudicial.
Esta antigua práctica es un momento de socialización entre los comensales, quienes se quedan sentados a la mesa por un periodo que puede extenderse desde media a una hora, o incluso más. Dependiendo de la zona geográfica, en la sobremesa suele servirse té, café o algún bajativo.
Este margen de tiempo se toma ya que, previo al almuerzo, comienza el proceso digestivo; momento en el que se deben evitar esfuerzos físicos y donde las personas aprovechan de conversar y compartir.
La especialista en nutrición oncológica y deportiva, Gabriela Saez Escobar, explica que esta práctica de tomar té o café post comidas tan masificada en nuestro país (e incluso alrededor del mundo) debe evitarse, pues interviene negativamente en la absorción de nutrientes importantes como el hierro (fierro); elemento muy presente en las carnes rojas tan consumidas durante esta temporada.
¿Cómo el té o el café alteran el proceso digestivo?
La nutricionista explica que el té y el café poseen taninos; ciertas sustancias orgánicas que también pueden definirse como polifenoles (sustancias químicas encontradas en plantas con gran poder antioxidante).
Para explicar el fenómeno nutricional, la profesional ocupa también el término biodisponibilidad: el grado y velocidad con la que una materia accede a la circulación y llega, posteriormente, a su lugar de acción e influencia.
“Los taninos; polifenoles presentes en el café y té, reducen la biodisponibilidad de hierro debido a la formación de complejos insolubles que no pueden ser absorbidos. El hierro se encuentra presente en carnes, mariscos, aves y algunas legumbres, alimentos característicos de una comida o almuerzo”, explica la diplomada.
Puede pensarse, entonces, que quizás esta costumbre de la sobremesa afecta solamente (o en mayor medida) a aquellas personas propensas a un déficit de fierro, tales como pacientes con anemia, ya que acentúa la disminución del elemento en el sistema y, por ende, agrava la enfermedad. Gabriela refuta esta idea.
“(Esta práctica) afecta a todas las personas que realicen la dinámica: almorzar o comer y posteriormente consumir té o café”, comenta. En el caso específico de una persona que sufra anemia por deficiencia de hierro, debe existir tratamiento médico, continúa. “(Hay que) realizar la suplementación respectiva y evitar esta práctica para poder revertir el cuadro”, añadió.
¿Anular la sobremesa u optar por otras infusiones?
Esta explicación científica de por qué es negativo beber té o café luego de comer no significa, en lo absoluto, que deba eliminarse la sobremesa. Más bien, pueden considerarse una serie de alternativas para seguir practicando esta antigua y tradicional costumbre de quedarse sentado en el comedor después de almuerzo.
Hay varias opciones. Si bien hay personas que sólo beben té o café luego de la comida, la profesional recomienda el reemplazo de estas bebidas calientes por otras infusiones que sí ayudan en el proceso digestivo.
“Puede consumirse una bebida caliente tipo infusión, ya sea simple, con alguna rodaja de limón, plantas naturales como el hinojo, jengibre, anís, manzanilla, menta, poleo o boldo”, sugiere Gabriela Saez.
Otra alternativa, en palabras de la profesional, es esperar que pasen al menos dos horas después de comer para tomar un té o café, para así no interferir en la correcta absorción de los micronutrientes.
La necesidad de una alimentación equilibrada
En el caso puntual de aquellas personas que ya cuentan con problemas base de carácter nutricional (tales como malabsorción de nutrientes, déficit de hierro, desnutrición, entre otros), es recomendable acompañar los alimentos ricos en hierro previamente nombrados con algún comestible alto en vitamina C: frutas cítricas, pimientos, tomate, frutillas, verduras como el brócoli, papas, etc.
Si se realiza lo anteriormente mencionado, con mayor razón debe evitarse la ingesta de té o café luego de comer, pues con estos bebestibles, el esfuerzo tomado al complementar el plato rico en fierro con vitamina C, sería en vano.
¿Esperar dos horas o servirse un agua de menta? Gabriela apunta a que la sobremesa es totalmente compatible con hábitos de cuidado como llevar una alimentación sana y completa. Sólo es necesario tomar los resguardos necesarios: esperar a que el proceso digestivo termine antes de beber un té o café (en el caso de no querer reemplazarlos), o preferir infusiones digestivas como aquellas nombradas anteriormente.
La sobremesa es una práctica cultural rica y muy común de nuestro país. Mientras se esperan las dos horas posteriores a la comida, se puede recurrir a otro hábito frecuente después de almuerzo: la siesta (en especial estas Fiestas Patrias, cuando los platos de comida son considerablemente contundentes).
De esta manera, al salir de los brazos de Morfeo, será el momento idóneo para compartir con amigos y/o familiares una taza de té con galletas, o en este tiempo, con algún rico dulce dieciochero. Así, se podrá disfrutar de una segunda patita de comida libre de problemas de absorción de nutrientes.