La fallecida modelo trasandina, Silvina Luna, se sometió hace años a una cirugía a manos del Aníbal Lotocki, quien inyectó metacrilato en sus glúteos, una peligrosa sustancia conocida popularmente como etacril. Se trata de un biopolímero que compuesto de microesferas de acrílico gel, el cual se utiliza para aumentar y dar volumen a distintas partes del cuerpo.

Consternación causó en Argentina la muerte de la modelo Silvina Luna, de 43 años de edad, luego de una larga hospitalización por causa de una insuficiencia renal provocada por una operación estética realizada por el doctor Aníbal Lotocki, acusado de inyectar metacrilato, también llamado etacril, en los glúteos de la trasandina.

El apodado “cirujano de los famosos”, enfrenta varios juicios en su contra debido a que habría provocado más muertes gracias a intervenciones que realizó con esta peligrosa sustancia que se encuentra prohibida en otros países.

¿Qué es el metacrilato?

El metacrilato (Polimetilmetacrilato), conocido popularmente como etacril, es un biopolímero que está compuesto de microesferas de acrílico gel, el cual se utiliza para aumentar y dar volumen a distintas partes del cuerpo.

Este se aplica, en la clandestinidad, mediante inyecciones en diferentes zonas, como pómulos, brazos, en la punta de la nariz, arrugas o en el trasero, con el propósito de aumentar el volumen de la zona aplicada o rellenar surcos de la piel.

Para la cofundadora de Clinica Aurea y exdirectora de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, Montserrat Fotbona: “Estos no tienen ninguna indicación o aplicación en medicina y menos como procedimiento estético”.

Según la profesional, “estos están contraindicados por los daños permanentes y las secuelas incluso fatales, que pueden producir al ser aplicaciones en el cuerpo humano”. Explicó que se consideran peligrosos debido a que el cuerpo no tiene la capacidad de recibir estos componentes, lo que hace que no lo pueda absorber y que sea muy complejo de retirar.

A esto, se suma que su composición hace que cuando se inyecte no se quede en el lugar y migre hacia otras zonas, lo que puede traer aún más complicaciones.

¿Cuáles son los efectos en el cuerpo?

Cuando se inyectan los biopolímeros como el metacrilato, estos pueden generar inflamación, infección y enrojecimiento, además de heridas tanto en la zona donde se aplicó, como en áreas lejanas por su capacidad de migrar a otras partes del cuerpo.

En ese sentido, Fontbona explica que “el biopolímero busca salida y rompe la piel y los tejidos, produciendo úlceras y deformaciones tanto visibles como no visibles. Además, que puede migrar produciendo estas mismas alteraciones en zonas distintas de donde se aplicó”.

En tanto, a corto y mediano plazo, en los casos más complicados, este producto puede generar necrosis, que es la muerte de las células y de los tejidos de la zona donde se aplicaron las inyecciones y sus alrededores.

Por otro lado, los efectos a largo plazo aún no se conocen debido a que la
masificación de esta clase de producto no fue hace mucho tiempo.

En muchos países es ilegal la utilización de metacrilato en el organismo, pero en la clandestinidad se sigue utilizando por su bajo costo.

En Chile su utilización tuvo un peak durante la primera década del 2000, en donde a muchas famosas y modelos les inyectaron esta sustancia sin conocer sus peligros o en algunos otros casos sin que ellas supieran que el producto era justamente metacrilato.

Fue justo en esta época en que la ex Gran Hermano de Argentina, Silvina Luna, recibió la peligrosa sustancia a manos de Aníbal Lotocki, en un procedimiento estético en sus glúteos.